Carmen Yulín se tira una maroma antideportiva a lo Santini
La alcaldesa forzó a Edgar Padilla a dejar por un tiempo su puesto de asistente en los Vaqueros por ser empleado del Municipio de San Juan.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Si no vio al ex jugador Edgar Padilla por varias semanas al lado del dirigente Rolando Hourruitiner como parte del staff técnico de los Vaqueros de Bayamón, no piense que fue que no le pagaron o que se cansó de dicha profesión.
¡Nada que ver!
Más bien fue una salida provisional forzada debido a una disputa con la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, bajo quien laboraba administrando hospitales en el Departamento de la Salud de la capital.
Desde que Cruz asumió el mando en la capital en enero de 2013, ésta ha vendido una imagen pro-deporte, trayendo de regreso a las novenas de béisbol de los Cangrejeros de Santurce y los Senadores de San Juan, devolviéndole la escuela de Sparta a los practicantes de lucha y abriéndole las puertas del Coliseo Roberto Clemente nuevamente a los Cangrejeros del baloncesto.
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Todas esas movidas contrarrestaron la gestión del ex alcalde Jorge Santini, quien había sacado a los Cangrejeros del coliseo Roberto Clemente, además de dificultar el uso del estadio Hiram Bithorn para béisbol invernal.
Pero en semanas recientes, Cruz se ponchó en grande cuando de forma unilateral exigió al ex canastero olímpico Edgar Padilla que escogiera entre su puesto de asistente en las filas de los Vaqueros o el que tenía en el municipio, según indicó a primera Hora el coapoderado de los Vaqueros, el Lic. Iván Rivera.
“Todo transcurrió a partir del 11 de abril, cuando Bayamón visitó a Santurce en el Clemente. Esa noche Carmen Yulín vio a Edgar sentado en el banquillo de Bayamón y a través de uno de sus subalternos le inquirió a Edgar ¿qué hacía allí? Al parecer ella no estaba enterada que Edgar laboraba de asistente con nosotros”, relató Rivera.
“Edgar tenía un puesto de confianza en el Departamento de la Salud de la capital relacionado a administración de hospitales, que es la licencia que él posee y todo el mundo me ha hablado muy bien de su desempeño allí. Sin embargo, él estaba en ley para trabajar con el equipo de Bayamón a tiempo parcial porque había ido consultar eso en el departamento de recursos humanos de la capital para verificar si había algún conflicto de intereses respecto a su labor con los Vaqueros y le dijeron que no había ninguno”.
Para sorpresa de Padilla y del equipo de Bayamón, esas gestiones con el departamento de recursos humanos de la capital no le valieron ni dos centavos en este conflicto.
“La alcaldesa llamó a Lidy López, que es el nuevo director de Salud de la capital, para que confrontase a Edgar y le dijera que tenía que decidir ese mismo día si se quedaba con su empleo en el municipio de San Juan o se quedaba con su empleo con los Vaqueros. La realidad es que Edgar no gana con nosotros un gran sueldo. Más bien una dieta. El trabajo en el municipio era su principal sustento por lo que optó apartarse de los Vaqueros en lo que evaluaba sus opciones y buscaba otras avenidas profesionales”, dijo Rivera.
“Afortunadamente consiguió otro trabajo como director del Doctor’s Hospital en Carolina, que es nuevo, y ya pudo presentar su renuncia al municipio de San Juan el pasado viernes. Nosotros no ocupamos la posición de él en Bayamón mientras él hacía sus gestiones. Una vez tuvimos la certeza de que tendría fecha de inicio de trabajo en otro lugar, se reintegró a sus labores con los Vaqueros desde este martes.
El siempre tuvo un compromiso con el equipo de los Vaqueros. Y creo que su función en este otro hospital donde va a laborar va a ser de mayor envergadura. Es un mayor reto profesional para él. Así que él sale beneficiado por ambas partes”.
Al ser contactado para reaccionar a este asunto, Padilla prefirió no comentar en esta disputa y simplemente agradeció a la alcaldesa por la oportunidad brindada. Pero Rivera no tuvo tales concesiones.
“Me sorprendió muchísimo y me dejó un sinsabor por parte de la alcaldesa que actuara de esta manera caprichosa, de un día para otro, como si fuera un arrebato de cólera, de voluntariedad. Yo todavía no entiendo la razón para su actuación de esa manera. Yo creo que ella no sabía del pedigrí de Edgar Padilla en el baloncesto y cuando lo vio ahí en el banco de Bayamón y le chocó”, dijo Rivera sobre el ex miembro del Equipo Nacional, participante en las Olimpiadas Atlanta 1996, ex armador de los Cangrejeros y quien jugó en el BSN durante 19 años.
“O simplemente razonó caprichosamente que un empleado de su municipio no podía laborar para un equipo de BSN de otro municipio aunque un trabajo de una cosa no tenga absolutamente nada que ver con lo otro. Edgar es un alma de Dios y no se merecía eso”, agregó.