La comunicación de los jugadores con el gerente general Carlos Arroyo durante la acción del juego fue evidente y elocuente.

Quien fue jugador olímpico en Atenas 2004 y hoy día gerente de la Selección Nacional de baloncesto en el cercano París 2024 dijo que ha desarrollado una relación especial con los jugadores que el domingo clasificaron al torneo de básket masculino a sus primeros Juegos Olímpicos en 20 años.

“Es una relación muy bonita”, dijo.

“Ellos saben de la confianza que les brindo de poder venir a mí, ya sea fuera de la cancha o dentro de la cancha y yo decirles sobre situaciones de juego. Esa relación no es de ahora. Se ha creado desde hace mucho tiempo y a mí me enorgullece que ellos se sientan así conmigo”, abundó.

Arroyo se sentó durante el torneo Preolímpico jugado en el Coliseo José Miguel Agrelot en sillas a nivel de la cancha. Los administrativos por lo general se sientan a un nivel superior al del tabloncillo para tener una visión amplia. Pero Arroyo estuvo casi en el banco del equipo.

Aun así, estaba fuera de la cancha, lo que hizo más complicada la clasificación en el aspecto personal, dijo.

“Ahora es más estrésico porque no tengo la bola en las manos y no puedo tomar decisiones, pero confío en los jugadores y siento un orgullo bien grande por ellos y verlos de afuera fue bueno”, dijo.

La Selección se prepara desde ahora para jugar en París 2024 en el Grupo C junto a Sudán del Sur, Serbia y Estados Unidos desde el 28 de julio. Arroyo informó que la Selección tendrá fogueos entre el 19 y 21 de julio en Francia y otros dos días luego en España.

Los 12 jugadores que vieron acción en el Preolímpico serán los que verán acción en París 2024. Arroyo dijo que la docena se ganó el privilegio de ser los representantes del básket boricua en el regreso al plano olímpico.

Describió al grupo como desprendido, compenetrados, llevadero, comprometido, en desarrollo, entre otras características.

“Es algo mágico lo que han creado entre ellos y el cuerpo técnico. En un grupo que va madurando. Estamos viendo crecer a un George Conditt en cada torneo. Estamos viendo el compromiso de Tremont Waters, la entrega de Alvarado, la fuerza de Isaiah Piñeiro defensivamente, al igual de la Ysmael Romero, quien ha arropado esta cultura como si fuera la de él. Chris Ortiz lo tuve en Fajardo y es el capitán del Equipo. El cuerpo técnico se ha dejado llevar y han madurado y han sido responsables con el grupo y el País. Estamos bien contentos”, describió Arroyo.