Canastos más increíbles en el baloncesto
En pasadas semanas se han producido encestes casi imposibles de conseguir en la ACB de España, así como en el torneo colegial de Estados Unidos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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En el baloncesto a veces nos topamos con jugadas increíbles en pleno partido.
Tiros desde media cancha, canastos de tres puntos milagrosos, donqueos espectaculares, entre otros, son gama de lo que podemos encontrar en una cancha de baloncesto.
Sin embargo, en el inicio de las temporadas de la ACB en España y baloncesto colegial de Estados Unidos hemos sido testigos de algunos de los canastos más inverosímiles que se puedan haber visto.
A continuación pietaje de ambos momentos, así como otros que han sido de los mejores encestes que se han registrado en pleno partido de baloncesto:
Felipe Reyes, Real Madrid, ACB
Con apenas 0.4 segundos por jugar en la primera mitad en un partido de la ACB esta temporada, el estelar delantero de los campeones de la liga española consiguió un imposible canasto de tres puntos cuando recibió un pase desde la línea de base contraria, cogió el balón y lanzó inmediatamente de espaldas para lograr el asombroso enceste.
James Young, Kentucky, NCAA
El novato de los Wildcats quiere lucir desde el principio con su Universidad, y claro está para los escuchas de la NBA. En un partido de pretemporada, en gestión defensiva, el escolta intentó salvar un balón, pero lo hizo con tanta fuerza que, sin mirar, lo elevó tanto que logró el enceste. Para su mala suerte fue en el canasto de su equipo, o sea, le regaló tres puntos al contrario.
Armands Skele, Kalev, liga de Estonia
Hace par de temporadas en la liga estonia, el jugador letón, Armands Skele, consiguió salvar un balón justo cuando iba a caer fuera de la línea. Lo increíble de la jugada, es que el salve fue casi en media cancha y lo realizó sin mirar al canasto. Contrario al novato James Young, Skele logró el enceste en favor de su equipo.
Isaiah Rider, Timberwolves de Minnesota
No podíamos pasar por alto uno de los encestes más increíbles que se hayan producido en un juego de baloncesto. Para mediados de la década de 1990, cuando militaba con los Timberwolves de Minnesota, Isaiah Rider consiguió un milagroso salve y sin mirar terminó encestando el balón para el beneficio de su equipo.