BSN: Gigantes buscan continuar con la defensa del campeonato y Ponce seguir rompiendo el libreto
La semifinales arrancarán el miércoles con la visita de los Osos de Manatí al Coliseo Guillermo Angulo, de Carolina.
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Si hubiera un libreto de la postemporada del Baloncesto Superior Nacional (BSN), se tendría que echar a la basura después de concluir los cuartos de final.
La primera fase de la postemporada fue una que tomó por sorpresa a muchos con la eliminación de los Capitanes de Arecibo y los Mets de Guaynabo, los líderes de la Sección A y B.
Los Osos de Manatí eliminaron a los Capitanes en una serie que se extendió al máximo de siete juegos, y clasificaron a la primera semifinal en su historia. Mientras que los Leones de Ponce sacaron del camino a los Mets y están a ocho victorias de su primer campeonato desde el 2015.
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Ahora los Osos se enfrentarán a los campeones Gigantes de Carolina y los Leones chocarán con los Criollos de Caguas en las semifinales del torneo. La primera serie al mejor de siete partidos comenzará mañana, miércoles, cuando Manatí visite a los Gigantes en el Coliseo Guillermo Angulo, de Carolina. Al día siguiente, los Criollos recibirán a Ponce en el Coliseo Roger Mendoza, de Caguas.
A pesar de que no midieron fuerzas en los cuartos de final con los líderes de ambas secciones, los Gigantes y los Criollos tampoco se las vieron fácil, ya que sus respectivas series frente a los Piratas de Quebradillas y Santeros de Aguada llegaron al máximo de siete partidos.
Y ambas series de la siguiente etapa del torneo prometen ser muy distintas.
En el caso de los Gigantes y los Osos, se trata de los dos equipos que mejor han lucido en el lado ofensivo durante todo el año con promedios de 96.6 y 95.4 puntos por juego. No obstante, ambos quintetos han llegado hasta aquí sin algunos de sus mejores jugadores por la clasificación de Puerto Rico a los Juegos Olímpicos de París 2024.
En Carolina, el refuerzo Brandon Goodwin está cargando la ofensiva del “calentón” con una media de 27.2 tantos en los cuartos de final ante la ausencia de Tremont Waters y George Conditt IV. Otros como Scottie James y Alexander Franklin también han elevado su juego.
Frente a ellos tendrán a una escuadra manatieña que ni los propios Capitanes pudieron detener, pese a que no tenían en sus filas a Jordan Howard, Chris Ortiz y Ethan Thompson. Howard y Ortiz no estuvieron disponibles en los cuartos de final por las Olimpiadas y Thompson está indispuesto por su compromiso con la organización de los Warriors. A raíz de esto, canasteros como Norris Cole, Cheick Diallo y Alexander Morales dieron un paso al frente y asumieron roles de mayor importancia ante Arecibo.
Pero el panorama para ambos equipos podría cambiar drásticamente si la Selección Nacional no adelanta de la fase de grupos del básquet olímpico. De esto suceder, Waters, Conditt IV, Howard y Ortiz se reportarían a sus equipos en medio de las semifinales.
“Volveríamos a romper y a construir. Este grupo ha cliqueado en los últimos juegos, pero no nos queda de otra. No tenemos otra opción”, comentó el dirigente de los Osos, Iván Ríos, sobre esta situación.
El último juego de la fase preliminar del Equipo Nacional en París 2024 será el 3 agosto frente a Estados Unidos.
Por otro lado, están los Criollos y los Leones. Dos equipos que no se esperaban que estuviesen en este escenario cuando arrancó el torneo el pasado 3 de abril.
Caguas ha sido una de las mejores historias de la temporada. Después de terminar la pasada campaña con una marca de 14-22 y quedarse fuera de los playoffs, se trasladaron de Humacao al Valle del Turabo y han lucido como un equipo completamente distinto.
Durante la primera parte de la fase regular, los Criollos estuvieron en la cima de la reñida Sección B luego de ganar 10 de sus primeros 13 compromisos. En medio del impresionante arranque, el refuerzo Louis King tuvo que abandonar al conjunto por varias semanas debido al nacimiento de su segunda hija. Aún así, Caguas se mantuvo luchando en su grupo y logró clasificar a la postemporada. Y con King de vuelta en una plantilla que cuenta con el Jugador Más Valioso, Travis Trice, los Criollos están más peligrosos que nunca.
La ruta de Ponce fue muy diferente. Una que parecía improbable en un momento, cuando los melenudos tenían el peor récord en la liga. Los Leones comenzaron el torneo de forma turbulenta con la repentina salida del técnico argentino Sergio “Oveja” Hernández y todo apuntaba a que iba a volver a ser un mal año.
Pese al mal estado que se encontraban, el otrora armador Carlos Rivera aceptó el reto y tomó las riendas de la franquicia. Rivera hizo de tripas corazones con el talento que tenía disponible, pero los Leones entraron a la recta final de la temporada regular al borde de la eliminación con una marca de 10-17.
Ponce no se quedó de brazos caídos y procedió a ganar cinco de sus últimos siete juegos. Luego, los Leones sobrevivieron dos partidos de reto para asegurar su espacio en la postemporada. Un camino que Rivera denominó como el “más difícil” para entrar a los playoffs.
La ruta de Ponce no se detuvo en los cuartos de final gracias a Kenneth Faried, quien se incorporó al conjunto en el segundo partido de la serie ante Guaynabo y marcó la diferencia con su trabajo en la pintura. Los metropolitanos nunca descifraron la manera de contener a Faried y este concluyó los cuartos de final promediando un doble-doble de 14.8 puntos y 15.2 rebotes.
Esa difícil tarea de detener a Faried le tocará descubrirla al técnico de Caguas, el ponceño Wilhelmus Caanen, en su regreso a la ciudad donde una vez dirigió.