La refuerzo de las Montañeras de Morovis, Brittaney Raven,  conoce del mal sabor de llegar a una serie final y tener que conformarse con el subcampeonato.

Ya le sucedió en la WNBA mientras militaba con el equipo Atlanta Dream, cuando ganó la Conferencia Este en el 2010, sólo para caer vencido en la final contra el Seattle Storm.

Por eso, ahora que tiene la oportunidad de ganar un título en el Baloncesto Superior Nacional Femenino, está empeñada en que no se repita la historia.

“Lo que no pude ganar en Atlanta en la WNBA lo quiero ganar en Puerto Rico. Quiero mi campeonato”, sostuvo la versátil canastera de 6’2” de estatura, que lo mismo juega de escolta que de delantera o hasta de centro.

“En Atlanta me utilizaban de la dos a la cuatro y aquí con Morovis es más o menos igual, dependiendo de los pareos. Me gusta porque me permite maximizar todas mis habilidades para ayudar al equipo a ganar”, agregó.
De conseguir su meta en la Isla en el BSNF, Raven podría terminar con alegría un año tortuoso luego de sufrir una fractura en el pie derecho que la dejó fuera de la WNBA esta temporada.

“Sufrí una fractura que me tuvo fuera del tabloncillo por dos meses y medio,  y para cuando empezaron los entrenamientos para la WNBA, todavía no estaba al 100 por ciento. Llegué a estar con el equipo al principio, pero al reagravarse mi lesión tuvieron que dejarme ir. Fue una lástima, porque llegaron a la final otra vez, aunque volvieron a perder (contra el Minnesota Lynx)”, sostuvo la canastera graduada de la Universidad de Texas, que fue selección de segunda ronda en el sorteo de la WNBA en el 2010.

“Pero no hay mal que por bien no venga. Al no jugar en WNBA, me pude recuperar al 100 por ciento, como estoy ahora, y pude venir a Puerto Rico”, indicó.

“Para mí ha sido una gran experiencia jugar aquí y me encanta esta isla. No quisiera ni irme, y quiero regresar el año que viene a Morovis, aunque vuelva a jugar en la WNBA”, concluyó.