La decisión de José Juan Barea de retirarse de la Selección Nacional de baloncesto de Puerto Rico ya estaba tomada hace varios días cuando hoy, viernes, entró por la puerta de la sala de conferencia del edificio T-Mobile en San Patricio, Guaynabo, para hacer ese anuncio.

No fue una decisión que se tomó a la ligera cuando en menos de un mes se celebra la tercera ventana clasificatoria al Mundial de FIBA 2023 en el Coliseo Roberto Clemente.

Con un semblante relajado y sin derramar lágrimas, el veterano armador dijo oficialmente adiós al Equipo Nacional luego de una destacada participación por más de década y media con los colores de la monoestrellada.

La decisión fue anunciada un día después de que la Federación de Baloncesto revelara la lista de los 24 jugadores convocados para la venidera ventana. El mayagüezano de 37 años no apareció un listado y el viernes por la mañana convocó una íntima conferencia de prensa junto a su familia, su esposa Viviana Ortiz y sus hijos Paulina y José Juan Jr.; su dirigente en la Selección Sub-21 Carlos Calcaño y el actual dirigente del Equipo Nacional, Nelson Colón. También dijeron presente el presidente federativo Yum Ramos y el presidente del Baloncesto Superior Nacional (BSN) Ricardo Dalmau.

“Esto es un día difícil. Ustedes se lo imaginan. Estoy aquí para despedirme de la Selección Nacional de Puerto Rico”, fueron las primeras palabras de Barea, actual canastero de los Cangrejeros de Santurce.

“Todos saben, los que me conocen, la fanaticada, la familia de baloncesto, lo importante que es ponerme esta camisa, para mis padres, mi familia y mejores amigos de Mayagüez. Mi amor por la Selección, cuento rápido, comenzó en el Colegio de Mayagüez, cuando dirigía Johnny Flores, fue la Selección a jugar. Vi a Luis Allende, Piculín Ortiz, Eddie Casiano. Cuando vi a esos tipos, dije que era especial. Recuerdo que Allende me cogió en sus hombros y ahí dije que el uniforme está bonito”, recordó.

Barea fue producto de las categorías juveniles desde los 16 años con Calcaño de mentor, a quien tuvo de técnico hasta la categoría Sub-21. En dicha etapa ganó varias medallas en la región y participó en certámenes mundialistas junto a una camada que incluía a figuras como Peter John Ramos, Ricky Sánchez, Jesús Verdejo y David Huertas, entre otros.

Hizo su debut en el programa adulto en 2006 en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y de inmediato grabó un momento histórico en el deporte puertorriqueño con un triple que le dio la medalla de oro a los boricuas en la final.

“Todavía digo que fue el canasto de mi vida, el canasto de mi carrera”, compartió el exjugador de la NBA con los Mavericks de Dallas y los Timberwolves de Minnesota.

“Primer torneo con la Selección. Yo estaba en unos tryouts de la NBA con Dallas. Me querían para un Summer League en Utah y les dije que solo podía jugar tres partidos porque me tengo que ir para Puerto Rico porque me voy para Colombia por primera vez. Dallas me dice perfecto. Fue lo mejor que me pasó. Después de esos tres juegos, llegó al aeropuerto de San Juan. Ahí mis papás me dan una maleta y yo le entrego la que tenía. Y me fui. Si le preguntas a los muchachos, fue el mejor torneo que la pasamos en nuestras vidas. Ese juego en la final, hasta el día de hoy, digo que me dio la confianza para el futuro, para llegar a la NBA”, añadió.

Decisión pensada

Barea indicó que en los últimos años contemplaba colgar las zapatillas del seleccionado. Su última participación fue la primera ventana el pasado noviembre en Chihuahua México. Conversó con su familia, con su esposa Viviana, y con su amigo y agente Christian Santaella. Aseguró que la decisión fue tomada en los pasados días.

Tenía el deseo de jugar en julio, pero llegó al punto de “pasar la página”.

“Me siento cómodo. Por fin, me siento tranquilo. A quién no le hubiera gustado terminar jugando en casa. Pero, también estoy en el BSN con Santurce que tengo esa oportunidad. No se compara con la camisa de Puerto Rico. También, entiendo que hay un núcleo de armadores que están en su momento, que se merecen hacer el grupo de ellos y tener las experiencias que yo tuve con mis compañeros. Creo que estos juegos en Puerto Rico les pueden dar una energía diferente para seguir viajando el mundo. Ya lo hice. Estoy tranquilo con la decisión. Con mi mamá (Marta Mora) fue poco difícil, pero estamos tranquilos”, declaró.

Los bases Gary Browne, Jezreel de Jesús, Tyquan Rolón y Tremont Waters fueron convocados para la ventana en el Clemente frente a Estados Unidos el 1ro de julio y el 4 contra México.

Barea también recalcó que esta temporada en el BSN con los Cangrejeros será su última como jugador profesional.

Repasando su carrera con el seleccionado, Barea también puso en el tope de sus mejores momentos ser el abanderado de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 2010 en su pueblo natal. En el torneo, de paso, Puerto Rico se coronó nuevamente en el torneo masculino.

“Cargando la bandera, doblando la esquina en el estadio, miro a la derecha y están mis papás llorando de la emoción. Todo por el baloncesto. La oportunidad de cargar la bandera de Puerto Rico en mi pueblo fue bien especial. Mi sueño, ahora, es poder ver a Sebastián (hijo mayor), Paulina o José Juan con unas de estas camisetas puestas. Para mí y mi esposa sería lo mejor”, comentó.

Barea también ganó preseas doradas en los torneos Centrobasket. También, subió a lo más alto del podio en los Juegos Panamericanos 2011 en Guadalajara. Participó en los Mundiales de FIBA de 2010 y 2014. En 2019, una operación en el tendón de Aquiles lo dejó fuera. Barea no tuvo la oportunidad de participar en unos Juegos Olímpicos. La última participación del quinteto masculino fue en Atenas 2004.

Barea declinó jugar en el último torneo de envergadura del seleccionado en el Repechaje en Serbia.

Sin embargo, asegura que no se le quedó nada por hacer con el combinado boricua.

Sin arrepentimientos

“No me arrepiento de nada. Lo pensé en estos días. Los viajes, las conversaciones, las amistades que hice. Las derrotas. Esas me ayudaron más. Momentos difíciles que llegaba llorando al hotel. Me encerraba en los cuartos y no quería salir. Peter John Ramos (excentro) me agarraba el brazo y me sacaba (para botar el golpe). Las derrotas me hicieron más fuerte para seguir en mi carrera y mejorar como persona. No cambiaría nada en absoluto”, afirmó.

Aunque dice adiós como jugador, Barea tiene las puertas abiertas en el programa adulto. Ahora es momento de descanso, pero le informó a Ramos y al gerente general Carlos Arroyo, que está disponible para cualquier rol que le asignen.

“La Selección es difícil. Es el equipo más importante de Puerto Rico. La comunicación con Yum, Carlos y Nelson es muy buena. Saben que estoy disponible para cualquier tipo de rol en el futuro. Cuando se acabe en el BSN voy a tomar un break de todo. Hay mucho talento que viene por ahí. Queremos crear esa emoción de nuevo. Cuando yo comencé, todos los jugadores competían por estar en el equipo. Peleaban por estar en una práctica. Queremos crear esa emoción de nuevo. Estar en la Selección es lo más grande que hay. Es lo que buscamos en los próximos años”, dijo.

Según el portal de archivo de FIBA; Barea promedió 14.4 puntos, 4.7 asistencias y 3.3 rebotes en torneos internacionales con el equipo grande.

Graduado de la Universidad de Northeastern, debutó en la NBA en 2006 con los Mavericks, ayudando al equipo a ganar su primer y único campeonato en 2011. Barea jugó por última vez en la NBA en 2020 con los Mavericks luego de 14 años en la mejor liga del mundo. En el BSN, está en su quinto año.