Apoyo incondicional a sus Capitanes
La fanaticada arecibeña sigue gozando del reciente éxito cosechado por el equipo.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Arecibo. La fanaticada arecibeña vive muy orgullosa de sus Capitanes, especialmente, por los logros alcanzados en los últimos años.
“Me siento orgulloso porque tuve la dicha de representar a Arecibo, a los Capitanes, aunque nunca llegué a una final. Pero estos equipos lo han logrado. Hemos sido los más consistentes en los últimos años. Esta es la cuarta final corrida y eso me hace sentir más que orgulloso”, dijo Tito Serra, uno de los exjugadores de los Capitanes entre el 1969 y 1972, a Primera Hora.
“La administración ha hecho un trabajo espectacular. Los jugadores han tenido un desempeño excelente y esperamos sacar este juego para empatar la serie y ganar”, aseguró Sierra antes del inicio del cuarto partido en el coliseo Manuel ‘Petaca’ Iguina.
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El término “ser familia” trasciende más allá de los jugadores. Los fanáticos también se sienten un miembro más del equipo. Y ayer lo demostraron al apoyar al importado Davon Jefferson, quien fue expulsado en el tercer partido y luego a su salida del tabloncillo le mostró el dedo del corazón de ambas manos en un gesto obsceno hacia a la fanaticada de los Piratas.
Ayer, en el coliseo, cientos de fanáticos vestían una camisa amarilla en la que se leía: “Todos somos Jefferson” y mostraba el mismo gesto que hiciera el jugador.
Cannabis Nebot vestía una de las camisetas. “Tengo ya 43 años… soy fanático desde que era muchachito. He estado ahí desde que era un equipo sotanero. Estuvimos muchos años luchando. Entramos a cuartos de final, después llegamos a una final en el 93 o 94, no recuerdo bien el año. De ahí para acá no entrábamos. Pero al llegar al 2005, barrimos a Bayamón. Yo estaba allá y eso nos llenó de orgullo”, relató Nebot.
Para los entrevistados, la clave para ganar la serie ante los Piratas será controlar las emociones. “Enfocarse en jugar como equipo. No ponerse a tirar a lo loco y tratar pasar la bola... a jugar más como equipo”, manifestó Ashley Marie Rivera, de 19 años, residente del barrio Santana.