Ana Cristina Ojeda es la que corre el show de los Mets en el BSN
La joven ejecutiva y abogada de 31 años está a cargo de las operaciones de la franquicia y además es su gerente general.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Cuando a Ana Cristina Ojeda le tocó hacerse cargo del trabajo de gerente general de los Mets de Guaynabo faltaban unas tres semanas para el inicio de la burbuja que el Baloncesto Superior Nacional (BSN) realizó el pasado año en un hotel de Río Grande. Los Mets llegaron a semifinales.
Para la temporada de 2021 fue nombrada vicepresidenta de operaciones del equipo y tras la salida del dirigente Christopher Thomas, volvió al puesto de gerente general. Al momento los Mets juegan para 14-13 y lucen encaminados a clasificarse a la postemporada.
Eso ha sido el resultado del trabajo de Ojeda, quien es la que corre el show en Guaynabo.
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“Trabajando para la gerencia (de un equipo) no necesariamente soy la primera, pero me encanta que estemos entrando en la tradición de que las mujeres seamos parte integral en el BSN y que ya no somos solamente ejecutivas, ‘assistants’ o ‘trainers’, sino que estamos viendo cómo cambia el rol en el BSN”, manifestó la ejecutiva, de 31 años.
Este año el público del BSN ya ha visto a la excanastera Carla Cortijo como asistente del dirigente en los Cangrejeros de Santurce, además de la árbitro Rebeca Dávila en acción sobre el tabloncillo.
Mencionó a mujeres como Gretchen Gotay, quien estuvo involucrada en la administración de los Vaqueros de Bayamón, y a la Dra. María Echevarría, quien fue coapoderada de los desaparecidos Polluelos de Aibonito.
Aunque era amante del baloncesto desde antes, su camino con los Mets comenzó por casualidad o causalidad de la vida.
Resulta que Ojeda, nacida en San Juan y quien estudió en la UPR de Mayagüez un bachillerato en contabilidad y finanzas, regresó al área metro para estudiar derecho en la UPR de Río Piedras, luego de lo cual comenzó a laborar para un bufete.
Como ya había asistido al BSN en la época en que Fernando Quiñones fungió como presidente, tenía contactos con agentes de jugadores, apoderados y otro personal ligado al torneo. Por lo que cuando los nuevos dueños de los Mets, Marc Grossman y Mark Linder, fueron al bufete y preguntaron si alguien podía ponerles en contacto con Ricardo Dalmau, ya presidente del BSN, Ojeda ayudó.
“Aunque yo no quería saber nada del baloncesto en ese momento, les di el número y comencé a ayudarles poco a poco, porque como todos (los del nuevo grupo) eran de Estados Unidos no tenían mucha experiencia en esta liga. Les ayudé a redactar contratos. Como tengo muchos amigos que juegan baloncesto, tenía buena relación con los agentes y con los demás apoderados, fui poniéndolos en contacto y fue cambiando la cosa hasta que terminé como directora de asuntos legales”, recordó.
Eso fue antes de que el torneo 2020 fuese detenido por el COVID. Durante el tiempo que duró la suspensión, el gerente general de los Mets, Alfredo Morales, decidió salir de su posición.
Así que a semanas de empezar la burbuja, “la mitad del equipo faltaba porque los refuerzos estaban ya fuera del país y los dueños me dijeron ‘te toca’. Me tuve que poner ese sombrero. Pudimos conseguir un excelente dirigente y excelentes refuerzos y llegamos a semifinales en la burbuja en nuestro año de regreso”, dijo con orgullo.
En la burbuja fue la prueba de fuego, pues le tocó convivir en el hotel con sus jugadores.
“La adaptación (de los jugadores a una mujer como gerente general) llegó ‘sí o sí', porque nos tocó vivir dos meses en una burbuja juntos. Antes de la burbuja yo no entraba al camerino para nada porque no era gerente general. Ellos venían donde mí para los pagos y para las cosas que hacían falta. Pero en la burbuja me tocó integrarme con ellos y estar mucho tiempo juntos”, relató.
Con la llegada de Chris Thomas a la dirección del conjunto, quedó en sus manos la faceta de gerente general. Pero tras su salida hace unas semanas, Ojeda ocupa nuevamente la posición.
Esta ve esta oportunidad como un punto de inflexión histórico en el que las mujeres deberían ser integradas a más funciones dentro del BSN.
“Espero que así sea. Ese es el plan. Ahora mismo no tengo los recursos ni el tiempo para poder invertir en un equipo. Pero en el futuro quisiera poder tener un equipo y, sin discriminar contra los varones, que la mayoría de las personas que trabajen en la administración y en el staff sean mujeres. Y que compitamos en esta liga y demostremos que podemos hacerlo igual que cualquier varón”, finalizó.