El fenecido exbaloncelista de los Piratas de Quebradillas, Neftalí Rivera, marcó a muchos en su carrera.

Rivera, quien falleció el sábado luego de varias semanas de hospitalización por diversas complicaciones de salud, tenía 69 años de edad. Era una leyenda del baloncesto por lo que hizo en cancha y sobretodo porque estableció el récord del Baloncesto Superior Nacional de más puntos anotados en un partido con 79 tantos.

Dirigentes, fanáticos y colegas jugadores quedaron marcados por Rivera, quien tuvo una temporada de 15 temporadas en la liga, casi todas con los temerosos y campeoniles Piratas de Quebradillas de la década del 1970.

Uno de esos marcados fue el también excanastero Alfred ‘Butch’ Lee, quien era un jugador NCAA en el 1975, cuando debutó aquí con los Cardenales de Río Piedras y por primer vez se enfrentó a Rivera, quien ya era un veterano jugador de seis temporadas en el BSN y además de un imparable anotador.

“Yo le decía a la gente en la universidad (Marquette) que Neftalí era para mí el mejor al que me enfrenté en mis primeros tres años en la liga”, dijo el campeón y Jugador Más Destacado de la final NCAA del 1977. “Eso mismo lo decía en Puerto Rico también”.

Lee pasó a ser primer pick en el sorteo del 1978 de la NBA por los Hawks de Atlanta y jugó también con los Lakers de Los Ángeles.

“Él era ocho o nueve años mayor que yo y fue mi primera vez jugando con esa diferencia de edad. Y ofensivamente era bueno en todo: rápido, tenía el tiro largo, el tiro corto, buen manejo del balón y pasaba bien la bola. Tenía todo lo que uno necesita para ser un buen jugador, y hasta hoy día es difícil ver todas esas cualidades en un guard”, agregó.

Lee añadió que Rivera era un jugador como Kyrie Irving, el armador los Celtics de Boston, porque “tú lo buscabas por un lado y ya él estaba por el otro”.

También dijo que Rivera era una persona “amable” sin “envidia” porque “cuando se es tan buen jugador, es fácil ser una buena persona”.

De hecho, Lee dijo que hizo amistad con Rivera pese a la diferencia de edad y a la rivalidad competitiva que crearon entre Quebradillas y Río Piedras en las dos finales que disputaron en el 1976 y 1977.

Y reveló que ambos revivieron esa amistad en una visita que le hizo al hospital.

“El estaba solo en el cuarto y las enfermeras tienen que haberse preguntado qué pasaba en ese cuarto porque nos reímos mucho, como en los viejos tiempos”, reveló.