¿Son las canas señal de vejez?
Descubre lo que le sucede a tu melena mientras el cuerpo envejece

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Con el paso de los años, el cuerpo pronuncia sus señales de envejecimiento. Nuestras risas se ven enmarcadas por líneas expresivas, nuestras manos pintadas de manchas, nuestra piel cómplice de la gravedad.
Y el cabello, ¿también envejece? La respuesta es sí, pero no de la manera que crees.
Algunas piensan que esas canitas son señal de envejecimiento. No te asustes si a los veinte o treinta años son notables los cabellos blancos. La pigmentación del cabello está determinada por la genética y la herencia, por lo que tener canas no es tener un cabello envejecido, sino uno sin pigmento, según el dermatólogo Luis Ortiz Espinosa.
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“El cabello de una persona mayor, que se torna gris o blanco y se pone finito, es el que está pasando por el proceso de envejecimiento real. Es el mismo proceso de envejecimiento de la piel y de todos los órganos”, aseguró Ortiz Espinosa.
Mientras el cuerpo envejece, produce menos hormonas como el estrógeno y la progesterona. Es por esto que el cabello crece más lento o deja de crecer, se cae, se reseca y pierde color. Afortunadamente, la desgracia del cabello envejecido se puede prevenir y tratar.
“Actualmente contamos con productos que hidratan el cabello y lo humectan, tanto acondicionadores como productos para lavarse la cabeza”, puntualizó el dermatólogo.
Todas las células del cuerpo, incluyendo las del cabello, están programas genéticamente para morir, pero existen métodos externos que pueden acelerar el proceso. Entre estos están los alisados, el secado del cabello, la decoloración y otras técnicas cosméticas en exceso. Exponer prolongadamente la melena al sol y fumar también aportan al envejecimiento de la hebra.
Una buena nutrición mantiene el cabello saludable, joven y lustroso. Los alimentos deben ser altos en vitaminas, minerales, aminoácidos y proteínas, en especial complejo B, que se asocia con la salud y el crecimiento del cabello. Asimismo, es necesario mantenerlo hidratado todo el tiempo.
Así que bríndale a tu cabello el mismo cariño y cuidado preventivo que a tu rostro, cuello y manos. Cuando seas viejita lo agradecerás.

Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media para Vidal Sassoon.