Ser adulto o adulta y tener un trabajo no deberían ser obstáculos que limiten a una persona que busca mejorar sus destrezas profesionales. Sin embargo, similar a muchas personas, Nolan Portalatín Cepeda enfrentó este reto en un momento de su vida. Si bien su objetivo era convertirse en abogado, se inclinó a trabajar en lugar de continuar sus estudios subgraduados.

“Siempre supe que iba a ser abogado. Es mi pasión”, sostuvo Portalatín Cepeda, de 39 años. Contó que, hasta sus 21 años, laboró en lugares como un concesionario de piezas de auto y un restaurante de comida.

No obstante, siempre hubo una voz que le insistió que debía estudiar: su tía. Portalatín Cepeda recordó que esta le recalcó la importancia de educarse para tener un mejor futuro.

Cuando finalmente Portalatín Cepeda decidió retomar sus estudios universitarios, ingresó al Programa AHORA de la Universidad Ana G. Méndez (UAGM). Incluso, su tía le habló acerca de este currículo académico y su experiencia como estudiante de bachillerato en esta modalidad de estudios acelerados.

Ante esta recomendación, Portalatín Cepeda decidió asistir, en el recinto de Carolina, a una charla para orientarse sobre el Programa.

Este programa de la UAGM, que cumple 25 años, permite completar un grado académico de manera acelerada y está dirigido al adulto profesional que busca una educación de calidad que se ajuste a su estilo de vida.

Precisamente, esa dinámica educativa captó la atención de Portalatín Cepeda, egresado del bachillerato en Justicia Criminal del Programa AHORA.

Entre los requisitos necesarios para solicitar en ese momento, se encontraba tener al menos 23 años, por lo que se sintió desilusionado debido a que tenía 21 años. Pese a esto, redactó un ensayo para exponer sus razones para ser aceptado en el programa de bachillerato de Justicia Criminal del Programa AHORA. Luego, realizó una entrevista y, en poco tiempo, fue admitido.

Ventajas del Programa AHORA

Según Portalatín Cepeda, quien es abogado criminalista, resultó beneficioso que los cursos se impartieran, de forma presencial una vez a la semana. “Te permite organizar tu vida”, señaló el residente de Río Grande. El Programa AHORA también cuenta con bachilleratos y maestrías que las personas pueden tomar en línea.

“Regularmente, cuando tú estás estudiando un semestre completo [...], vas a una clase, por ejemplo, martes y jueves por una o dos horas por varios meses para terminarla y tienes las demás clases a la misma vez”, explicó.

Pero, en el Programa, el o la estudiante tomaría un solo curso semanalmente por aproximadamente cinco semanas u ocho semanas, y lo terminaría. Luego, este pasa a tomar el siguiente curso en la secuencia curricular.

Tras casi cuatro meses y medio, la persona habría tomado cuatro clases. “Serían las mismas cuatro clases que hubieras tomado en una universidad regular”, argumentó.

Portalatín Cepeda destacó cómo esta modalidad le permitió manejar su tiempo y maximizarlo. A su vez, debido a que las personas que tomaban los cursos eran adultas, se rodeaba de profesionales de los que se podía nutrir.

Lecciones para toda la vida

El egresado de la clase de 2008 resaltó que, mediante el Programa, aprendió la importancia de trabajar en equipo, una destreza que lo preparó para la vida laboral.

De igual forma, además de sus cursos, los profesores proveyeron otras herramientas como la preparación de cara a una entrevista y la creación de un resumé.

Recordó cómo, durante sus estudios en el bachillerato de Justicia Criminal, los profesores no solo daban clases, sino que eran pedagogos. “Encontrarte con profesores que eran muy buenos transmitiendo, pues te levanta la pasión por lo que sea que vayas a hacer [...] Tú quieres emular eso”, explicó.

Abundó que, a través de las enseñanzas de esos profesores y profesoras, aprendió sobre liderazgo, empatía y sintió cómo los educadores reflejaban un deseo inalcanzable de que el estudiantado se sintiera realizado.

“Comenzar a estudiar siempre [...] es el camino correcto”, recalcó Portalatín Cepeda.

Para tomar esa decisión, los y las estudiantes deben conocer que existen alternativas que se adaptan a sus rutinas de vida. Este es el caso de la Escuela de Estudios Profesionales que les provee una oportunidad de completar un bachillerato o una maestría de forma acelerada y flexible para que así puedan comenzar y culminar sus estudios.