Luego de la firma de la alianza público-privada de la Autoridad de los Puertos (AP) con San Juan Cruise Port (SJCP), Puerto Rico atraerá la inversión capital necesaria para atender las necesidades de infraestructura y modernización de los muelles, lo que posicionará a la isla a la vanguardia de la industria de cruceros en la región del Caribe. Así lo aseguró el director de la AP, Joel Pizá Batiz, quien vaticinó un repunte significativo de la industria del turismo en la isla, como otra de las bondades del importante acuerdo.

“Con esta alianza, recibiremos inversión de capital privado para atender las necesidades de infraestructura y modernización de los muelles 1, 3, 4, 11 al 14 y Panamericanos I y II. Llevaremos los muelles a estándares de clase mundial, maximizando, así, el potencial del sector de cruceros en la economía y el turismo local. Además, se construirán nuevos terminales de cruceros en los muelles 11 al 14, los cuales están clausurados hoy por la Guardia Costera de Estados Unidos (USCG, por sus siglas en inglés), para aumentar nuestra capacidad y poder recibir los megacruceros que hoy se construyen”, subrayó el funcionario.

Según Pizá Batiz, la transacción, por otro lado, subsana la falta de acceso a alternativas de financiamiento, como fondos federales o acceso a los mercados de deuda.

“Desafortunadamente, la AP tiene una deuda pública de $350 millones y no tiene acceso a recibir bonos, precisamente, por la alta deuda. Nuestro modelo dependía mucho de los préstamos que le otorgaban las líneas de cruceros. Un muelle se dañaba y la línea de cruceros lo arreglaba, pero no era una inversión, era un préstamo, y la ganancia prácticamente no se veía porque se tenía que pagar, con intereses. No había un plan de desarrollo económico a base de inversión de capital, sino de préstamos”, apuntó.

De acuerdo con el director de la AP, la alianza con SJCP le permitirá a la corporación pública transferir los riesgos y responsabilidades de la operación de los muelles de cruceros a un operador privado experimentado, que dejará atrás la infraestructura obsoleta y transformará la operación portuaria a un régimen abierto que atraerá nuevas líneas de crucero, visitas y más pasajeros. El operador asumirá, asimismo, los gastos de todo mantenimiento por el tiempo de la concesión.

“Nuestros muelles fueron diseñados hace 30 años, por lo que su diseño no está a la altura para recibir los megacruceros que están saliendo hoy día. Los muelles jamás fueron pensados para recibir a las cinco mil personas, maletas y operadores de la realidad de hoy. Por eso, la inversión de capital es más que necesaria en este momento”, concluyó Pizá Batiz.