Ante la propagación de la enfermedad de pérdida de tejido de corales duros, el gobernador Pedro Pierluisi declaró, mediante la Orden Ejecutiva 2021-66, una emergencia ecológica e instruyó al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) a tomar las medidas necesarias para enfrentar esta amenaza.

Para atender esta emergencia, Pierluisi autorizó, a su vez, una asignación de un millón de dólares provenientes de los fondos ARPA y otro millón de dólares adicionales para la reforestación de cuencas hidrográficas.

“Acogemos con mucha responsabilidad la encomienda del gobernador Pedro Pierluisi. Siguiendo su mismo objetivo, emitimos la Orden Administrativa 2021-10 para reconocer la amenaza de la enfermedad de pérdida de tejido de coral duro y coordinar la respuesta en estos ecosistemas marinos”, señaló la secretaria interina del DRNA, Anaís Rodríguez, al mencionar que la agencia también forma parte del ‘Caribbean Coral Reff Partnership’, un esfuerzo interagencial de 13 agencias estatales y federales dedicado a proteger los corales, establecer estrategias efectivas y facilitar las gestiones.

A esos efectos, la funcionaria añadió que el DRNA tiene su Programa de Conservación y Manejo de Arrecifes de Coral, que se encarga del manejo, conservación y protección de los arrecifes a través del monitoreo e investigación sobre corales. Con este Programa, se desarrollan e implantan estrategias de manejo y se promueven alianzas para reducir amenazas y promover su conservación.

“Para continuar nuestra campaña de orientación sobre la importancia de este ecosistema, el DRNA celebrará la Semana de Arrecifes de Coral del domingo 5 al sábado 11 de junio bajo el lema ‘Nuestros arrecifes son vida’. Para esta celebración hemos programado 32 eventos, entre virtuales y presenciales. Entre los eventos presenciales resaltamos el recorrido por el vivero de corales y erizos en la Reserva Marina de La Parguera. También haremos recorridos subacuáticos a los arrecifes de Vega Baja”, apuntó.

La titular afirmó que con estas iniciativas podrán recuperar y salvar los arrecifes de coral. A su vez, exhortó a los ciudadanos a poner su granito de arena para la conservación de estos. “Cuando visite nuestros cuerpos de agua, e incluso lejos de la costa, no deje desperdicios, lléveselos todos, recuerde que gran parte de los desperdicios que desechamos indiscriminadamente terminan en el mar y lo contaminan”.

Los arrecifes de coral son comunidades biológicas complejas con ecosistemas muy productivos. En el archipiélago de Puerto Rico se han documentado 756 kilómetros cuadrados de arrecifes que albergan corales duros y corales blandos. Los arrecifes de coral son el hábitat de una gran variedad de especies de la vida marina, que incluyen diversas clases de esponjas, ostras, almejas, cangrejos, estrellas de mar, erizos de mar y muchas especies de peces. También están relacionados ecológicamente con las comunidades de hierbas marinas, manglares y marismas circundantes.

“Los arrecifes son vida pero están disminuyendo en todo el mundo por diversas amenazas, muchas de ellas causadas por la actividad humana. Por eso, nuestra campaña de educación enfatiza la importancia de protegerlos. Son tan importantes que hasta el 25 % de la vida marina depende de ellos para obtener alimentos y refugio, entre ellos sobre 4,000 especies de peces. Personas de todo el mundo dependen de esos ecosistemas porque proveen alimento, protección y prevención de la pérdida de vidas a causa de tormentas, tsunamis, inundaciones, ayudan a evitar la erosión de las playas y aportan ingresos de turismo y pesca”, concluyó Rodríguez.