No solo de pan vive el hombre, sino también de sándwich, arroz y habichuelas, y pizza. En estos momentos de recesión económica tenemos el dinero bien contado. Cuando el hambre apriete, no te quedes sin comer.  Si estás en la época de las vacas flacas, te presentamos varios consejos que pueden ayudarte a estirar el peso:

1. Las abuelas nunca dicen "no". Llámala y dile: "Abuela, estoy por el área, trabajo más tarde pero no he podido almorzar". Ella responderá: "En casa de las abuelas siempre hay comida". Ahí satisfaces tu hambre y no pagaste nada. ¡Bendición, abuela!

2. Emplea la clásica "mano, se me quedó la wallet". Sal a comer con el amigo que nunca te dejará arollao'. Aprovecha su bondad y deja que te pague. Además, le vas a devolver el dinero, pero después de cobrar.

3. Guíllate de cuponista. Busca en Internet ofertas especiales en restaurantes y supermercados. Ahorrar es importante, pero comer sabroso más.

4. Recuerda que tus padres siempre te pagarán. Sé espontáneo: "Papi, Mami hace tiempo que no los veo, vamos a comernos algo". Los papás son alcahuetes de por vida, así que te invitarán el almuerzo. ¡No saques la billetera!

6. Haz un get, pero en tu casa. Preséntale a tus panas la idea de hacer un get together y ofréceles tu casa, pero pídeles que traigan la picadera y bebida. Es la fiesta del sorullo pero tú pusiste la casa, eso es suficiente.

7. Los menús de especiales son tus nuevos aliados. ¿Un sándwich por dos pesos? O mejor, ¿un sándwich gratis? Apúntame ahí.

Con estos tips podremos cambiar el significado de la palabra maceta a “persona consciente de sus ahorros”. Es cuestión de paciencia y dedicación.