“Es el peor dolor de cabeza de mi vida”. Así describen los pacientes la hemorragia subaracnoidea, una condición repentina y grave que afecta el espacio subaracnoideo, una delgada membrana de menos de un milímetro que rodea el cerebro, según un especialista.

“Es un espacio diminuto, casi imperceptible, donde circula la gran mayoría de arterias del cerebro. Cuando una de esas arterias se rompe, la sangre se derrama en ese espacio, causando esta hemorragia”, comentó el doctor Iván Sosa González, director de Neurocirugía en el Hospital Menonita de Caguas.

La hemorragia subaracnoidea, aunque poco conocida, es una de las emergencias médicas más graves y letales relacionadas con el cerebro. En Estados Unidos, la incidencia es de entre 10 y 14 por cada 100 mil personas por año, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud.

“Es una condición tan seria que de 20 a 25 % de los pacientes no llegan vivos al hospital. Y, de los que llegan vivos, 13 % muere”, dijo el neurocirujano.

Factores de riesgo y síntomas

Sosa González explicó que varios factores contribuyen al desarrollo de esta hemorragia, muchos de ellos relacionados con el estilo de vida. “La alta presión y el uso del tabaco debilitan la pared de las arterias, lo que puede causar un aneurisma, y esa es una de las principales causas de la hemorragia subaracnoidea”, aseguró.

Otros riesgos incluyen el consumo de drogas, como la cocaína y las anfetaminas, así como ciertos factores genéticos. “Se recomienda que si una persona tiene dos o más parientes de primera línea con esta condición, se haga un estudio de detección. Aunque no se ha identificado el gen, sabemos que hay un factor genético en todo esto”, añadió.

Indicó, además, que el género y la edad juegan un papel importante. Las mujeres, especialmente entre los 50 y 60 años, tienen un mayor riesgo, posiblemente debido a la disminución de la protección hormonal tras la menopausia.

Entre los síntomas, destaca un dolor de cabeza repentino e intenso, así como rigidez en el cuello. “A diferencia de la migraña, que usualmente el dolor empieza lento y va aumentando, este dolor (de la hemorragia subaracnoidea) va de cero a 10 en nada”, sostuvo. “Se debe acudir a un hospital tan pronto se sienta ese dolor. No es que me voy a acostar o tomar una taza de té. Hay que ir”, enfatizó el doctor.

Diagnóstico y tratamiento

El primer paso para diagnosticar la hemorragia subaracnoidea es una tomografía computarizada (CT scan). Sosa González explicó que, si la prueba inicial no detecta el sangrado y han transcurrido más de seis horas desde el inicio de los síntomas, se recurre a estudios adicionales. Entre ellos, una punción lumbar, que busca sangre en el líquido cefalorraquídeo al extraer una muestra desde la espalda (conectada al cerebro), o un CT angiograma, una tomografía más detallada capaz de identificar la causa de la hemorragia en el 97 % de los casos, informó.

Una vez diagnosticada, la hemorragia subaracnoidea requiere atención inmediata. Según el especialista, actualmente existen dos métodos principales para tratar un aneurisma: la terapia endovascular y la cirugía abierta.

“La terapia endovascular consiste en rellenar el aneurisma con alambres mediante un catéter que se introduce a través de las arterias del cuerpo, evitando que la sangre vuelva a entrar en el aneurisma”, detalló. La cirugía abierta, por otro lado, implica realizar una apertura en el cráneo para colocar un clip en la base del aneurisma para detener el flujo sanguíneo, explicó.

Ambos procedimientos buscan prevenir el resangrado, que puede aumentar la mortalidad en un 50 %. “El riesgo que corren los pacientes cuando no se atienden a tiempo es la muerte”, subrayó.

La clave está en la prevención

Aunque no siempre se puede evitar esta condición, sí es posible reducir los riesgos. “Mantener niveles adecuados de presión arterial, no fumar y llevar una vida saludable son medidas clave para prevenirla”, manifestó el neurocirujano.

Agregó que el Hospital Menonita Caguas, único en Puerto Rico con un centro avanzado de Neurociencias y Manejo de Stroke, ofrece atención integral con guardias de neurocirujanos y neurólogos vasculares las 24 horas, los siete días de la semana.

“Tenemos un equipo multidisciplinario de especialistas que trabajan este tema de manera rutinaria y tienen muchos años de experiencia. Cuando un paciente llega a nuestro hospital, que cuenta con personal especializado, la posibilidad de tratarlo es más rápida y efectiva que en un hospital que no lo tenga. Y el tiempo es vida”, indicó Sosa González.

Para más información sobre el Hospital Menonita Caguas, llame al (787) 653-0550 o visite sistemamenonita.com/hospital-caguas.