¿Sirve de algo pedir perdón? Averígualo
Suena fuerte, pero es probable que no tengas que disculparte tanto.
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Mira que las palabritas salen una y otra vez en cada conversación:
Perdón
Disculpa
Lo siento
Mala mía
Sorry
Estos son términos que usamos todos los días, en especial nosotras las mujeres.
Muchas veces pensamos que es sinónimo de educación y que lo hacemos para reconocer que cometimos un error. Si esta es tu razón, ¡bravo por ti que sabes cuándo disculparte! Sin embargo, estas palabras se han prostituido. Son parte de nuestro vocabulario diario y lo peor es que tienen un significado muy vago en la mayoría de las situaciones. Muchas veces parecemos que vivimos para disculparnos con los demás, por lo que debemos y por lo que no. Pero, ¿es esto un mal solo de las mujeres?
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"Lo he visto más en las mujeres que en los hombres", afirma la sicóloga Griselle Rodríguez, "porque el hombre, sobre todo en las religiones, se representa en nuestra sociedad como el estandarte del hogar, el que lleva la sombrilla para que nadie se moje. Entonces la realidad es que la mujer siente que tiene la responsabilidad del hogar y la familia, cuando debería ser compartida, y sus logros y hazañas no debe ventilarlos mucho porque a veces se resienten, chocan contra esa idea de la única cabeza del hogar".
Todo esto que nos enseñan desde pequeñas y que viene con nuestra cultura se mete en nuestra mente, y comenzar a ofrecer disculpas a diestra y siniestra se convierte en la orden el día. ¡Muchas veces ni nos damos cuenta!
Esto puede llegar al extremo de que ocultamos el éxito propio para que nuestra pareja, compañeros, familiares y amigos no lo sientan como una provocación.
"La mujer que vive esto no le corresponde internalizar que su éxito puede ser resentido, debe decidir si se queda alrededor de esas personas que no lo comprenden y le hacen daño", apunta la experta.
Pero es momento que dejemos de excusarnos sin razón. Aquí te dejamos una lista de situaciones en las que NUNCA deberías pedir perdón.
No te excuses por:
1. Ganar más dinero que tu esposo o tus padres.
2. Tomar las decisiones difíciles que nadie más se atreve en la familia.
3. Por la mala nota obtenida por tus hijos en la escuela si los apoyaste al máximo para que se prepararan.
4. Terminar tus tareas antes que tus compañeros en el trabajo o aceptar un ascenso.
5. Romper con una relación amorosa que no tenía futuro ni te hacía feliz.
6. Disciplinar un hijo.
7. Empezar una nueva aventura a cualquier edad: profesional, amorosa, espiritual.
8. Cambiar tu estilo de vida económico cuando el presupuesto que enfrentas ya no lo sostiene.
9. Obtener mejores notas que tu novio o tus amigas.
10. Nunca sabotear tus capacidades en ningún escenario.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media para Pantene.