Desde pequeños se nos educa sobre la importancia de cuidar nuestra salud oral. La insistencia no es en vano: desatenderla lleva al desarrollo de caries, enfermedades de las encías y pérdida de dientes. De ahí que una higiene adecuada –cepillado e hilo dental dos veces al día– y las visitas al dentista dos veces al año sean clave. Pero con la llegada del COVID-19, muchos pacientes vieron pospuestas sus citas dentales que aseguran su salud en general.

“Es importante que el paciente mantenga su visita al dentista al menos cada seis meses. Como la pandemia forzó el cierre de oficinas, se rompió el patrón de visitas y ahora vemos mucha inflamación por no darle seguimiento a las limpiezas dentales. Eso crea bacterias, además de las que naturalmente tenemos en nuestra cavidad bucal, que pudieran afectar todo nuestro cuerpo”, sostuvo el dentista Joaquín Ferreras, quien es parte de la red de proveedores de MCS.

Y es que hay una estrecha relación entre la pobre salud oral y el desarrollo de condiciones crónicas. Por ejemplo, no atender una inflamación de las encías podría traer complicaciones para los pacientes con diabetes. Asimismo, estudios han vinculado las enfermedades periodontales con condiciones crónicas como el alzhéimer y las afecciones cardíacas, puntualizó el doctor Ferreras.

En el caso de pacientes de periodoncia (un estado más grave de inflamación), la probabilidad de desarrollar estas complicaciones es más alta, afirmó la periodoncista Micol Hernández, también de la red de proveedores de MCS.

“Dada a la estrecha relación que existe entre la salud oral y ciertas condiciones crónicas, es importante exhortar a nuestros colegas, médicos primarios y especialistas, a que, si tienen pacientes con alguna inflamación, los refieran a un dentista. Debemos promover la integración del cuidado de la salud general con la salud oral. Además, el uso de hilo dental previene el 80% de los casos de caries, así que sacar un poco de tiempo en casa para practicar buenos hábitos de salud oral siempre es importante durante la pandemia y todos los días”, apuntó el dentista Ferreras.

Un compromiso con mayores beneficios

Pasados siete meses de pandemia por COVID-19, los profesionales de la salud oral ya actualizaron sus protocolos para atender a sus pacientes de forma segura. Esto incluyó invertir en equipos de protección personal y de desinfección mientras, simultáneamente, se atendían menos personas. Todo apuntaba a un aumento en el costo de los procedimientos para sufragar los nuevos gastos.

Conscientes de esta situación, y en aras de su compromiso con promover la importancia de la salud oral, MCS Classicare amplió los beneficios de sus cubiertas dentales para incluir los gastos de equipos de protección personal. También aumentó las tarifas de los dentistas y especialistas.

“Reconocemos que durante la pandemia los proveedores de salud oral han sido los más impactados. Por eso nos dimos a la tarea de trabajar de la mano con ellos para ayudarlos en la parte económica”, expresó Roberto Torres, principal oficial de Operaciones de MCS. Así, se alivia el impacto económico que reciben los dentistas y al final, los pacientes.

Torres agregó que la iniciativa incluye reuniones cada dos meses con asesores de la salud oral para discutir cómo mejorar la experiencia médica tanto para los proveedores de salud oral como para los asegurados.

“Siguiendo las recomendaciones de nuestro grupo asesor, mejoramos significativamente todas nuestras cubiertas dentales para el 2021. La mayoría de nuestras cubiertas ahora tendrán servicios diagnósticos y preventivos. Además, estarán cubiertos procedimientos como coronas en porcelana o cerámica y root canals en todos los dientes”, detalló.

Gracias a la ampliación de la cubierta dental de MCS, la periodoncista Hernández ha podido costear su equipo de protección personal, que incluye respiradores N95, face shields y succiones extraorales para procedimientos que crean aerosoles (por ejemplo, cuando el paciente mantiene la boca abierta). En términos de desinfección de la oficina, utiliza nebulizadores y desinfectantes con alcohol.

Todo esto se combina con la coordinación de citas. “Citamos menos pacientes por día. Tratamos de mantener la oficina lo más vacía posible y le pedimos a los pacientes que esperen en el carro y siempre con la mascarilla. Al entrar, le preguntamos síntomas e historial de viaje para detectar casos de riesgo. Luego se les toma la temperatura y se les provee para el lavado de manos con agua y jabón o hand sanitizer. Ya en la silla, se le pide que se enjuague la boca con peróxido, que es un antiséptico”, detalló la doctora Hernández, quien afirmó que es seguro visitar a su dentista.

MCS Classicare es un plan OSS suscrito por MCS Advantage, Inc. Beneficio varía por cubierta. Ciertas restricciones aplican. H5577_739S1120_C