El trastorno bipolar va más allá de cambios en el estado de ánimo; es una enfermedad mental severa cuyos síntomas pueden perjudicar la calidad de vida de quien la padece, hasta llegar a no ser funcional en su cotidianidad.

Es la incapacidad de controlar las emociones y sentimientos causados por los cambios drásticos y abruptos en el ánimo. Los ‘altibajos’ en el ánimo característicos del trastorno bipolar no son iguales que los altibajos habituales que todos tenemos, según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés).

Estos cambios suelen ser a dos extremos: episodios de sentimientos de depresión intensa y desesperanza, o de felicidad y energía extrema, conocido como manía.

“Muchas veces, [el episodio mánico] se confunde con la personalidad. Una persona que es agresiva de conducta tú lo notas, usualmente es así y todo el mundo lo reconoce. Las personas con el trastorno bipolar pueden estar de una manera tranquila y de momento salirte de atrás para delante de la nada, abrupto. La persona agresiva tiene una intencionalidad, la persona con trastorno bipolar no”, comparó Peter González, psicólogo del Hospital Panamericano.

Estas irritaciones, explicó el profesional de la salud mental, pueden surgir por temas cotidianos, pero también por situaciones ajenas y sin razones aparentes.

El tiempo de los episodios será relativo en cada persona. “Puede que a algunos les dure horas, días, semanas, pero no meses”, dijo González.

Hay que tener cuidado, pues el episodio depresivo del trastorno bipolar tampoco debe confundirse con otras enfermedades mentales.

“Cuando hay depresión, por ejemplo, es un estado constante durante un tiempo. En el trastorno bipolar es fluctuante y de forma abrupta. Estoy bien contento, estoy en una fiesta, estoy vacilando, y de momento me echo a llorar y caigo en una depresión profunda. Es un cambio bien notable”, explicó González.

La directora de Servicios Clínicos del Hospital Panamericano, Carmen Jiménez, indicó que el mal uso del término ‘bipolar’ ha generado estigmatización en el imaginario puertorriqueño hacia personas que padecen del trastorno.

"La definición errónea que hay en la comunidad sobre este trastorno es simplemente una persona que cambia de humor constantemente. Dicen: 'Ay, es que tú eres como bipolar’. Le tienen ese estigma, ese sello", apuntó.

Afecta severamente la vida de los pacientes

Las variaciones en las personas con trastorno bipolar son tan intensas que, de no medicarse, los pacientes son incapaces de cumplir con sus obligaciones y podría conducir a un atentado contra su vida.

"Tienden a tener problemas a nivel académico, en el área laboral, en su diario vivir. Empiezan a no ser personas funcionales", describió Jiménez.

La falta de compresión acerca de la enfermedad también puede impactar negativamente las relaciones interpersonales con personas que padecen el trastorno bipolar. De acuerdo con González, los familiares y parejas pueden pensar que el paciente tiene “changuerías”, que es inestable o que no desea cambiar su comportamiento depresivo o mánico. Al no conocer el diagnóstico, creen que es parte de su personalidad y terminan alejándose.

“Una persona con trastorno bipolar, en momento de abandono real o imaginario, puede intentar quitarse la vida. Es una persona bien dependiente en ese momento”, explicó.

Cómo saber si se trata del trastorno bipolar

Los síntomas en las personas que sufren esta condición son marcados porque van hacia los extremos. Las personas que experimentan manías se caracterizan por:

•  Irritabilidad •  Ansiedad •  Euforia •  Insomnio •  Creencias irreales del poder •  Impulsividad •  Delirios de grandeza •  Falta de concentración

“En un episodio mánico, esta persona, que tal vez en otro momento se puede controlar, puede experimentar con drogas, gastar dinero en exceso, puede tener sexo irresponsable con personas a quien recién conoce. Toma unas decisiones que no tienen sentido”, añadió González.

Mientras, según la Alianza de Apoyo a Personas con Depresión y Trastorno Bipolar (DBSA, por sus siglas en inglés), los pacientes con episodios depresivos pueden experimentar:

•  Tristeza extrema •  Desórdenes alimenticios •  Fatiga •  Sentimiento de soledad •  Baja autoestima •  Baja energía •  Inestabilidad en las horas de sueño •  Dolores sin razón aparente

También existe el trastorno mixto, un conjunto de manía y depresión en el que las señales más comunes pudieran incluir la depresión combinada con agitación, irritabilidad, ansiedad e insomnio.

“Es una combinación de alta energía con un estado de ánimo que se puede convertir en un potencial riesgo suicida", detalló la directora clínica.

Hay distintos tipos, ¿cómo diferenciarlos?

Las personas diagnosticadas con trastorno bipolar suelen clasificarse en tres tipos, explicó el psicólogo:

•  Tipo I: Es la forma más severa de la enfermedad y se observa en personas que han experimentado un episodio mánico, así como uno o más episodios de depresión severa. Puede durar de una semana hasta meses.

•  Tipo II: Se refiere a las personas que experimentan predominantemente episodios mayores de depresión, que podrían estar acompañados de hipomanía, una forma más leve de la manía. Puede haber momentos de normalidad en la persona que experimenta este tipo de trastorno bipolar.

•  Ciclotimia: Es la forma más leve, compleja de identificar. La persona puede ser funcional, a diferencia del tipo I y tipo II. Se refiere a cambios crónicos en el estado de ánimo, que fluctúa entre la hipomanía y la depresión leve o moderada.

Atención especial a los menores

El trastorno bipolar afecta igualmente a hombres y mujeres, y comienza a manifestarse entre los 15 y 25 años, aunque desde los dos años pueden verse síntomas.

No obstante, la también trabajadora social clínica resaltó que se debería tener cautela con los diagnósticos en menores, pues se podría confundir con otras calificaciones como la hiperactividad o el déficit de atención.

Es posible vivir una vida plena con un diagnóstico de trastorno bipolar

“La medicación es vital. Estas personas pueden vivir una vida normal si se medican. Aquí tiene que haber una combinación tanto de fármacos como de psicoterapia, ya sea cognitiva conductual, centrada en la familia o en el ambiente”, indicó González.

Los fármacos a utilizarse, que en su mayoría son estabilizadores de ánimo, dependerán de la frecuencia, la intensidad y la duración de los episodios.

De no medicarse, el primer riesgo es la vida del paciente.

Es por esto que Jiménez considera importante que se detecten los síntomas a tiempo y que los pacientes busquen atenderlos. Ignorarlos pensando que mejorarán solos podría complicar el panorama.

"Una persona que conviva con un trastorno bipolar y no lo trate puede conducir a problemas serios. Es una enfermedad que no tiene cura, pero con tratamiento se puede ser una personal totalmente funcional", enfatizó.

El Hospital Panamericano cuenta con expertos en trastorno bipolar que pueden hacer un diagnóstico y un plan de tratamiento ajustado a la necesidad del paciente.

Si experimenta estos síntomas, puede llamar al 1-800-981-1218 o acudir a una de las instalaciones hospitalarias en San Juan, Ponce o Cidra, las 24 horas del día, los siete días de la semana.