¿Es la piscina del campamento un riesgo para tu hijo?
Existen enfermedades que comienzan en el agua, ¡conócelas y evítalas!
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Campamentos y piscinas se leen como la ecuación ideal de cualquier verano boricua hasta que llegan las enfermedades que nuestros hijos e hijas adquieren en pleno chapaleteo.
"Lo primero es enfatizar en la higiene general antes de entrar a la piscina, que vayan al baño (a orinar o defecar) y que se duchen antes”, explicó el doctor Diego Sainz de la Peña, pediatra del Hospital Auxilio Mutuo.
El oído de nadador y la gastroenteritis son las dos enfermedades que a grandes rasgos se pueden transmitir dentro de las piscinas. Por eso, te decimos cómo prevenirlas y tratarlas.
1. Otitis externa (oído de nadador)
Aunque es la infección del canal auditivo más común durante los meses de verano, según el doctor Sainz de la Peña, se puede prevenir echando gotas antisépticas para oídos antes y después de entrar a la piscina.
Este producto se vende sin receta y sirve para prevenir o minimizar el impacto de un hongo o una bacteria que entre a través del agua.
Es importante destacar que no se usan gotas de antibióticos preventivamente para los oídos en las piscinas porque “las bacterias y los hongos se pueden hacer resistentes al antibiótico”, aclaró el galeno con 32 años de experiencia.
Conjuntamente con las gotas, otra recomendación del pediatra para prevenir la otitis externa es utilizar tapones para los oídos durante el tiempo que el menor participe de la piscina.
Usualmente, el dolor de oído o las secreciones con pus son los síntomas principales de la otitis externa. Lo esencial será calmar el dolor con analgésicos y acudir al pediatra tan pronto sea posible.
2. Gastroenteritis
Es una inflamación del revestimiento del estómago que puede ocurrir luego de consumir agua de una piscina que esté contaminada. De ahí la importancia de no orinar o defecar en el área y de ducharse antes de entrar al agua.
“Si el paciente desarrolla diarreas y vómitos, lo principal es parar todas las comidas sólidas en las primeras 10 a 12 horas, evitar cualquier producto lácteo y mantenerlo en una solución electrolítica. Esto hasta que vea a su médico”, detalló.
Ya sea en la piscina o fuera de ella, lo importante es que se identifiquen estos problemas de salud a tiempo y se pueda evitar que otros niños y niñas contraigan estas enfermedades, concluyó el galeno.
Este contenido comercial fue redactado y/o producido por el equipo de GFR Media para Hospital Auxilio Mutuo.