Reconocido como un grupo multidisciplinario especializado en atender padecimientos neurológicos en Puerto Rico, el Instituto de Neurociencias de Manatí Medical Center inició sus labores en 2008 y se convirtió en el primer centro que reúne especialistas en neurociencia para ofrecer un servicio integrado al paciente, contó el doctor y neurocirujano Jorge Lastra Power.

Desde 2005, el galeno, junto con otro grupo de médicos, percibió la necesidad de un centro equipado con alta tecnología en un mismo lugar en Puerto Rico dirigido a atender condiciones neurológicas, como trastornos de movimiento y epilepsia, y que ofreciera tratamientos especializados como neurología pediátrica, neurocirugía y neuropsicología.

Según el doctor Lastra Power, quien también funge como director del Instituto, la unidad de neurociencias comenzó con 23 camas para pacientes que padecían condiciones neurológicas cerebrales y columna vertebral. De acuerdo con el galeno, por los pasados quince años, el Instituto de Neurociencias se dedicó a crecer y ofrecer nuevos servicios integrados para atender trastornos de movimiento -como el párkinson- y epilepsia, que cuentan con la tecnología y el personal experimentado para ofrecer servicios de calidad a sus pacientes.

“La importancia del Instituto de Neurociencias es que, al unir la facultad dentro de un mismo sistema, podemos hacer las directrices, la logística y el desarrollo necesario con nuestro personal para dar el mejor servicio y cumplir nuestra meta de mejorar cada día la calidad de nuestros pacientes”, precisó el neurocirujano especializado en la columna vertebral.

Impulsan centros únicos especializados en trastornos

Como parte del crecimiento continuo del Instituto de Neurociencias, se estableció la Sección de Trastornos del Movimiento y la Unidad Comprensiva de Epilepsia.

El doctor y neurocirujano David Lozada Figueroa explicó que la Sección de Trastornos del Movimiento se creó para atender a pacientes con distonía, temblor esencial, la enfermedad de Huntington y, sobre todo, párkinson, que es la segunda condición neurodegenerativa más común, después de la enfermedad de alzhéimer.

Lozada Figueroa destacó que los síntomas más comunes del párkinson son temblor al descanso, rigidez, bradicinesia, problemas de la marcha y postura y problemas neurocognitivos. Aunque no hay una cifra precisa, el neurocirujano estimó que cerca de 25,000 personas en Puerto Rico pueden padecer párkinson. Se considera, además, que la población de adultos mayores en la isla está en aumento y, al ser una condición degenerativa, está en mayor riesgo de sufrir este trastorno de movimiento.

“La Sección de Trastornos del Movimiento es una integración de muchos servicios que el paciente puede venir a recibir en un solo lugar. Es el concepto ideal que todos los médicos queremos para que el paciente no tenga que estar trasladándose a distintos lugares. Es un deber de nosotros como médicos seguir con mucho ímpetu y esperanza para ayudar a los pacientes”, explicó el neurocirujano especializado en trastornos del movimiento.

Cuatro años de la Unidad Comprensiva de Epilepsia

Asimismo, tras notar la ausencia de servicios en el área norte y en gran parte de Puerto Rico, la Unidad Comprensiva de Epilepsia se inauguró en 2019 para dedicarse a pacientes con epilepsia, especialmente aquellos que no están controlados con medicamento, señaló el doctor Ignacio Pita García, neurólogo, especialista en epilepsia y director de la Unidad. La meta de la unidad, según el galeno, es controlar las convulsiones de los pacientes tanto pediátricos como adultos.

La Unidad Comprensiva de Epilepsia ofrece servicios de evaluación, tratamiento con medicamentos especializados y diferentes alternativas quirúrgicas para atender la epilepsia, tales como cirugía y técnicas de neuroestimulación, mencionó el neurólogo. Además, sirve como espacio de estudio, donde los especialistas intentan entender, por medio de un sistema de vídeo que documenta la actividad eléctrica del cerebro, la génesis de una convulsión en un paciente y cómo controlarla.

“Se estima que hay más de 35,000 pacientes [de epilepsia] y más de 10,000 no están controlados de su condición. Esta unidad nos permite mejorar la calidad de vida de los pacientes. Proveer un espacio a los pacientes donde puedan sentirse cómodos, seguros y esperanzados por su tratamiento de condición es lo más importante”, expresó el especialista.

Precisamente, el doctor Lastra Power enfatizó la importancia del humanismo en su profesión, una característica que aseguró distingue a Manatí Medical Center. “Hay que entender que cuando un paciente viene con un problema neurológico, la parte emocional está envuelta. Si tratamos lo físico y no el aspecto emocional, no estamos haciendo ni ofreciendo el mejor servicio. Es algo que, para nosotros, es esencial: el humanismo y la empatía con el paciente”, indicó.

Desde 2008, según Lastra Power, su misión en el Instituto de Neurociencias es desarrollarse paulatinamente y brindar el mejor servicio adecuado. “Hemos visto que cada paso que hacemos tenemos unos retos más grandes, pero estamos más contentos por el servicio que le damos a los pacientes”, subrayó.