Cuando entras a la casa de Riselda Rodríguez te recibe un mural de tonalidades amarillo, turquesa y violeta. En él, cuatro personas: una pareja bailando, una mujer sosteniendo un girasol y otra mujer sonriendo.

Estos son los colores, los familiares, los momentos que Juana Betances, paciente con alzhéimer, no quiere olvidar.

Hace 20 años que Riselda cuida a Juana, su madre. No ha sido fácil. Nunca lo será. El gravamen emocional es abismal: quien te enseñó a hablar, a vivir, ahora lo olvida. Pero Riselda encontró cómo ayudar a su mamá a recordar.

Una brigada de amor

Un día, Riselda cerró el recibidor de la casa. Le dijo a su mamá que estaban trabajando en esa área de la casa y que no podía estar allí. Cuando los artistas terminaron, le cubrió los ojos. La colocó frente al mural. Y se lo enseñó.

Y ella lo que dijo fue: “Papá”.

“A todos los que estábamos aquí se nos estrujó el corazón, se nos pararon los pelos”, cuenta Riselda.

El nuevo mural en la casa mezcla tres fotos significativas para Juana. Una, la celebración del 50 aniversario de sus padres. Otra, su visita a una finca de girasoles en Boston. Y la de Riselda, su única hija, sonriendo.

Un espacio de recuerdos extremadamente duraderos

La idea de preservar momentos importantes y convertirlos en piezas de arte —como sucedió en la casa de Riselda y Juana— surgió por parte de la compañía PPG Puerto Rico y sus marcas Glidden y PPG Paints.

Karina Jiménez, gerente de mercadeo de PPG Puerto Rico y sus marcas Glidden y PPG Paints, explica que, como parte de su misión de proteger y embellecer al mundo, se cuestionaron cómo podían impactar a las familias boricuas más allá de ofrecer excelentes productos y servicio. Fue así que decidieron revitalizar espacios para preservar la memoria de pacientes con alzhéimer.

Así nació la iniciativa “Recuerdos Extremadamente Duraderos”, en la que los artistas Rafael Algarín, Rafael Vega, Jesús “Bubu” Negrón y Grace Montalvo utilizaron pinturas de Glidden y PPG Paints para crear murales que buscan inmortalizar los recuerdos que no se quieren olvidar, dice Jiménez. Así pues, visitaron los hogares de tres familias tocadas por el alzhéimer, y en colaboración, los familiares, los artistas y PPG Puerto Rico y sus marcas Glidden y PPG Paints convirtieron las memorias familiares en recuerdos duraderos.

Pinceladas de apoyo a pacientes y cuidadores

Ciertamente, la labor de los cuidadores es vital en la vida de los pacientes con alzhéimer. En su caso, Riselda dice que su mamá ha pasado a ser como su hija.

Por el tiempo que llevan juntas, la conoce muy bien, pero admite que piensa en ese día que su mamá no la reconozca.

“Esa parte es la más difícil, pensar en el día que mami me pregunte quién eres, cuando hemos estado juntas en todo. Es bien duro”, confiesa Riselda.

De ahí que le pareció extraordinario cuando PPG Puerto Rico y sus marcas Glidden y PPG Paints la contactó. Lo vio como una oportunidad para ayudar a otras personas que pasan por una situación similar a la suya.

“Para mí esto es un regalo que no tiene precio. Me parece hermoso, porque el proyecto se hizo desde un aspecto positivo, no desde el ‘ay bendito’ de la enfermedad”, sostiene Riselda.

A nivel social, esta iniciativa es una oportunidad para crear consciencia y continuar la conversación sobre el alzhéimer. De hecho, como parte del proyecto, los murales se convirtieron en reproducciones que el público puede comprar a través de www.recuerdosqueduran.com. Los recaudos serán destinados a la fundación De Frente al Alzheimer, cuya misión es educar sobre la enfermedad, así como crear un fondo económico destinado a pacientes con alzhéimer de escasos recursos.

A un nivel más íntimo, el mural también se ha convertido en una herramienta para combatir la enfermedad.

“Es algo perdurable, que está ahí. Ella viene todos los días, se para y lo ve. Dijo que le iba a orar a sus papás. Es como una herramienta más para que ella pueda recordar”, concluye Riselda.