Para la Escuela de Medicina San Juan Bautista (EMSJB) la enseñanza no se limita a un salón de clases. La institución, como centro educativo integrado, está enfocada en atender la salud de la comunidad, la realización de investigaciones sobre la medicina comunitaria traslacional y en proveer al país médicos graduados y otros profesionales de la salud que respondan a las necesidades de salud de las poblaciones marginadas.

Así lo explicó la doctora Yocasta Brugal, presidenta y decana de la institución, quien mencionó que, para cumplir su misión, la Escuela cuenta con programas académicos como el de Medicina, Maestría en Salud Pública, Bachillerato en Ciencias de Enfermería y Maestría en Médico Asistente. Estos programas se enriquecen uno al otro debido a la continua interacción entre estos, de las múltiples investigaciones científicas y clínicas que allí se realizan y del Centro Salud y Justicia de Puerto Rico, que es un programa adscrito a la Escuela que provee servicios clínicos forenses comprensivos y está centrado en las víctimas de violencia sexual.

Por su parte, Brugal comentó que la institución cuenta con instalaciones y áreas de estudio con tecnología avanzada que permiten al estudiantado recibir una educación de calidad. Asimismo, indicó que esta transformación académica a un centro educativo integrado permite el desarrollo de profesionales de la salud comprometidos con las comunidades desatendidas y la población médicamente vulnerable. La Escuela, con sede en el municipio de Caguas, comenzó en 1978 ofreciendo el programa de Medicina.

“Nuestra base es comunitaria, desarrollamos los programas teniendo en cuenta las necesidades, especialmente de esa población que es desatendida”, sostuvo la presidenta.

Brugal agregó que, en la actualidad, todos los programas académicos de la Escuela de Medicina San Juan Bautista cuentan con las acreditaciones requeridas por las agencias correspondientes.

Estrenan programa académico

La misión de la Escuela es educar a una nueva generación de médicos y otros profesionales de la salud que brinden atención de alta calidad y realicen investigaciones científicas.

Ante esto, la institución identificó varias necesidades que merecían atenderse, tales como: la migración de doctores, las largas horas de espera en oficinas médicas y los meses que tardan los pacientes en verse con un especialista.

Para remediar esto, la Escuela estrenó el primer y único programa en la isla de Maestría en Médico Asistente, conocido en inglés como Physician Assistant. Este programa académico prepara a profesionales de la salud para ofrecer servicios diagnósticos, terapéuticos, preventivos y de mantenimiento de la salud, delegados y supervisados por un médico supervisor autorizado a ejercer la medicina en Puerto Rico. “Así se maximiza la prestación de servicios. Los médicos pueden atender más pacientes de forma eficiente”, indicó el doctor José Ginel Rodríguez, decano del Departamento de Ciencias de la Salud.

Además, aseguró que esta maestría contrarresta el éxodo de profesionales de la salud en el país. El programa, que corre en trimestres, tiene una duración de un poco más de dos años –el primero enfocado en el componente teórico y el segundo en el clínico–.

“Este programa va a ser una diferencia ante nuestros problemas de salud”, comentó Brugal.

Para solicitar este programa, los candidatos necesitan contar con un Bachillerato –preferiblemente en ciencias.

Compromiso con las comunidades

Como parte de su misión como un centro educativo integrado, Brugal expuso que la institución también busca atender a la población de escasos recursos que no cuenta con transportación para trasladarse a sus citas médicas o que no poseen un plan médico.

La Escuela, que cuenta con el Programa de Medicina Comunitaria, busca promover una cultura de participación social en todos sus programas mediante la creación de espacios para el aprendizaje, la investigación, el servicio, la educación interprofesional y el refuerzo de la diversidad y la inclusión.

“Tenemos clínicas especiales, ferias, talleres de discernimiento de salud y tratamos de mejorar su vida, no solamente desde el punto de vista médico”, aseguró la doctora Brugal.

En el caso de los estudiantes de Salud Pública, dentro de su práctica diaria, podrían identificar diferentes situaciones ambientales o de otro carácter que impactan la salud comunitaria y que requieren ser atendidas.

Por medio de este programa, se trabaja con iniciativas dirigidas a mejorar la vida de diversas comunidades en toda la isla. De esta forma, se enseña a los estudiantes la importancia de la responsabilidad cívica y social, así como las relaciones con organizaciones, funcionarios y socios comunitarios.

“El impacto que tiene con las comunidades es grande porque tú le enseñas al estudiante a sensibilizarse desde muy temprano”, precisó la presidenta.

Por ejemplo, tras los huracanes Irma y María en 2017, integrantes de la facultad y estudiantes proveyeron servicios médicos a comunidades afectadas por ambos fenómenos naturales. Asimismo, luego de los terremotos que sacudieron a la zona sur del país en enero de 2020, la institución instauró una clínica de salud para proporcionar servicios a los damnificados.

Ante la pandemia del COVID-19, la Escuela se insertó en diversos esfuerzos clínicos y de investigación y, al día de hoy, continúan educando a la comunidad y vacunando en sus instalaciones.

“Han venido muchas personas a darnos las gracias porque reconocen el trabajo, no solamente de los que ya somos profesionales, sino de esos estudiantes. La salud es algo holístico, al ser humano no se le trata solo con un medicamento o con hacerle una operación, sino que necesita una mano amiga y eso es lo que les enseñamos”, añadió Brugal.

Innovación en los servicios

Con una inversión de $2.9 millones, provenientes de una subvención federal de Título V –Promoting Postbaccalaureate Opportunities for Hispanic Americans (PPOHA)–, la Escuela recién completó la renovación del Graduate Resource Center con equipo de aprendizaje activo, que ofrece a los estudiantes servicios de apoyo en la metodología y diseño de la investigación, análisis y manejo de datos, recursos estadísticos y de escritura científica.

Asimismo, por medio de esta iniciativa, la institución cuenta con un nuevo Laboratorio Virtual de Anatomía, donde los estudiantes utilizan el equipo de disección virtual tridimensional en su modelo más actualizado, de la Anatomage Touch Classic Screen Tables. Además, la Escuela tiene un Faculty Studio/Digital Classroom que permite ofrecer las actividades virtuales y presenciales del Programa de Desarrollo de Facultad.

“Esta tecnología de anatomía virtual, permite ver en esos cadáveres virtuales no solamente los huesos, los órganos y la piel, también pueden ver enfermedades”, explicó Brugal.

Mientras, que los servicios al estudiante están en un proceso de digitalización con la implementación de la Plataforma Jenzabar SONIS, facilitando a los estudiantes el acceder a un sinnúmero de servicios bajo la modalidad virtual.

La institución también utiliza fondos de Título V para el otorgamiento de becas parciales a estudiantes graduados, a la vez que continúa ofreciendo a los estudiantes actividades de literacia financiera.

Investigaciones para el beneficio del paciente

La Escuela cuenta con una Unidad de Investigación Clínica, donde se realizan investigaciones en el área de tratamientos y servicios de salud, tanto a nivel local como internacional.

Los estudios que realiza la Unidad aportan al futuro de la medicina y proveen a los pacientes participantes la oportunidad de contar con un tratamiento seguro y un seguimiento continuo. “Se hacen investigaciones de las cuales se van a hacer publicaciones sobre cambios en la forma de tratar a un paciente”, dijo Brugal.

Explicó que, además de las investigaciones clínicas de los estudiantes con pacientes voluntarios, la institución promueve los estudios de la medicina preventiva.

Actualmente, en la Escuela se realizan estudios clínicos, tales como la prueba para detectar cáncer de próstata por medio de la orina, que podría cambiar el paradigma de la evaluación urológica. Además, otras investigaciones que realiza esta Unidad son: maneras para disminuir la posibilidad de adquirir diversas enfermedades mediante transfusiones de sangre; el manejo de Asma; y estudios de COVID-19 en áreas de anticuerpos monoclonales y de medicamentos orales para la protección de los pulmones.

La participación de los pacientes en estos estudios clínicos es voluntaria. Los servicios son libres de costo y no es necesario que cuenten con un plan médico. Para más información, puede llamar al 787-743-3038, extensión 279.

Los interesados en conocer más sobre los diferentes programas educativos y comunitarios de la Escuela de Medicina San Juan Bautista pueden acceder a https://www.sanjuanbautista.edu/.