Cuando comenzó la pandemia del COVID-19, Carlos Díaz Díaz y sus hijos, Alberto y Emanuel Díaz Martínez dialogaron sobre la posibilidad de adquirir otro negocio para generar empleos en Puerto Rico. En esta ocasión, también buscaban invertir en una empresa con una trayectoria extensa y que les permitiera ofrecer una experiencia singular a los comensales. Ante esto, decidieron comprar una franquicia de Cold Stone Creamery en el municipio de Guayama.

“Mis hijos estuvieron buscando y apareció la oportunidad de esta franquicia de Cold Stone y hace muchos años que no han abierto una tienda en Puerto Rico. Entonces decidimos, entre mis hijos y yo, buscar un sitio donde hubiese la necesidad de poner uno”, relató el empresario natural de Cabo Rojo.

Por su parte, Alberto Díaz Martínez no escondió su admiración por la experiencia y el desarrollo de la empresa de mantecados en la isla.

“Nos enamoramos del producto de Cold Stone. Nos enamoramos de la visión de la empresa, cómo lleva más de 20 años en Puerto Rico, cómo ellos se desarrollaron en la isla y quisimos ser parte de esta ola”, mencionó el hijo mayor de los Díaz-Martínez.

Y por si fuera poco, este establecimiento de Cold Stone, que abrió sus puertas el sábado 23 de abril en el Molino Shopping Center, es el primero en Puerto Rico con un sistema de servicarro.

“Después de la pandemia tenemos que estar pensando en que el negocio sea productivo y no se lastime la mano laboral, pues tiene que tener un servicarro para proteger a todo el mundo”, explicó Díaz Díaz.

Una experiencia distinta

No obstante, fueron muchas más las razones que les motivó a invertir en esta franquicia de mantecados en el pueblo costero.

“Queremos llevar a Guayama algo diferente, donde la tienda sea interactiva, familiar, para el disfrute de toda la familia y eso lo hacemos con un servicio de excelencia”, aseguró Díaz Martínez.

El joven empresario agregó que la frescura de los productos y la variedad de mantecados también les impulsó a aventurarse en este negocio.

“Otra de las variables que nos motivó a abrir una franquicia de esta marca es que sus productos son 100 % frescos, ofrecen una variedad de mantecados plant based y sorbet, que no tan solo son mantecados que contienen azúcar, te dan una opción y lo fabricamos en las tiendas”, mencionó el empresario de 28 años de edad.

En esta tienda, la número 16 de Cold Stone en la isla, ofrecen 20 sabores de mantecados y durante las semanas estarán añadiendo más para el disfrute de los clientes.

“Tenemos variedad de sabores los cuales se alternan constantemente. Por ejemplo, de forma semanal ponemos dos o tres sabores, dependiendo lo que el público nos pida y la salida de los helados y las promociones que tengamos”, explicó Díaz Martínez.

La frescura de los productos fue otra de las motivaciones para tomar las riendas de este establecimiento.

“El helado es homemade porque lo fabrica nuestro queridísimo personal, tienen que hacer helado todos los días, lo que la gente se está comiendo es un mantecado fresco y hecho por manos puertorriqueñas, aunque el producto venga del extranjero, y eso nos motiva mucho”, compartió, por su parte, Díaz Díaz.

Un taller de trabajo para jóvenes

Además de su pasión por los negocios, la familia Díaz tiene un interés en ofrecer empleos en Puerto Rico, principalmente para los jóvenes.

“Tratamos de buscar jóvenes, entre las edades de 18 a 20 años, para que esta sea su primera experiencia de trabajo, para desarrollarlos y crearles ese fin de que sí puedes echar hacia adelante. Ese grupo de empleados que hemos escogido lo hemos podido moldear a ese estilo”, expuso el empresario de 51 años.

El tiempo invertido entrenando a los empleados se ha visto reflejado en el trato que ofrecen a sus clientes, aseguró Díaz Díaz.

“Nuestros empleados son diferentes a todos los demás; les dedicamos tiempo, los educamos, los apoyamos cuando se equivocan y no le peleamos porque equivocarse en la vida es productivo, significa que estás haciendo algo”, añadió.

Al momento de la apertura, cuentan con 17 empleados directos y 12 indirectos.

Carlos Díaz y sus hijos son dueños de otras cuatro franquicias de Marco’s Pizza ubicadas en Salinas, Yauco, Sabana Grande y San Germán; tres restaurantes, que son: El Karacol en La Parguera, The Copy y Hoyo 19 en Cabo Rojo y tres panaderías, también en Sabana Grande, Cabo Rojo y Lajas.

Además, la familia aspira a abrir otros cuatro establecimientos de Cold Stone Creamery entre este año y el próximo.

“Hicimos un compromiso con la compañía porque ellos han creído. Nos han dado la confianza de que podemos invertir en ellos, en los próximos años esperamos abrir cuatro tiendas más y así poder hacer más talleres de trabajo”, puntualizó el veterano empresario.