La incontinencia urinaria, o pérdida involuntaria de orina, afecta a aproximadamente una de cada tres mujeres entre los 30 y los 50 años, indicó el cirujano ginecológico Miguel Velázquez, del Hospital Pavia Santurce. Dicho de otro modo, la probabilidad de padecer esta afección es de un 50% y puede aumentar hasta un 80% pasados los 50 años.

La incontinencia urinaria se produce por el debilitamiento o daño de los músculos que sostienen la uretra (el conducto que expulsa la orina del cuerpo). Los síntomas iniciales pueden variar: una infección de orina, un deseo frecuente de visitar el baño, o el escape de orina al realizar actividades cotidianas.

Por suerte existen distintos tratamientos. Uno de ellos es el sistema Solyx, de una sola incisión (Solyx Single-Incision Sling). Este sistema de cabestrillo o cinta es la opción más eficaz para tratar la incontinencia urinaria de esfuerzo –que es aquella pérdida involuntaria de orina que ocurre al toser, reír o estornudar–.

Conozca el tratamiento con el sistema Solyx

El procedimiento del sistema Solyx, fabricado por Boston Scientific, consiste en colocar una cinta de nueve centímetros debajo de la uretra para aumentar el soporte y reducir –o hasta eliminar– la pérdida involuntaria de orina.

“Cuando la paciente ejerce algún tipo de fuerza, la cinta cierra el área como lo haría el grupo de músculos y ligamentos que proveían la continencia original y anatómicamente correcta”, explicó el doctor Velázquez, director médico en el Centro Ginecológico y Laparoscopia Avanzada.

Los sistemas insertados mediante una sola incisión se han asociado con una mejor experiencia, incluyendo una recuperación rápida y un regreso anticipado al trabajo y a otras actividades rutinarias. Esto representa un gran beneficio para las pacientes porque, además de los cambios físicos que ellas no pueden anticipar o controlar, esta condición impacta su salud emocional.

“La incontinencia urinaria afecta la manera en la que la paciente interacciona en la sociedad, pues no hace las actividades que antes hacía porque tiene miedo a los escapes de orina. Eso empieza a tener efectos psicológicos en términos de retraerse y aislarse socialmente”, explicó el galeno.

El procedimiento toma aproximadamente de 15 a 20 minutos. “Las pacientes están satisfechas porque es una cirugía ambulatoria, mínimamente invasiva, no duele y tiene muy buenos resultados”, detalló el doctor Velázquez. Este enfatizó que “los resultados son casi inmediatos. La cinta funciona en un 92% de las veces”.

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