Hay niños que no saben lo que es una piña. Dicen que no le gustan los vegetales, pero la realidad es que nunca los han probado. Otros prefieren tomar refresco y no agua porque no conocen los beneficios para su salud. Este desconocimiento y falta de exposición a alimentos nutritivos son algunas de las razones por las que los niños boricuas no están en un peso saludable.

Lo anterior explica las conclusiones a las que llegó el estudio Evaluación Nutricional Niñas y Niños de Escuela Elemental, que se realizó como parte del programa educativo nutricional Nestlé Niños Saludables.

El estudio reveló que, a medida que crecen, disminuye el porcentaje de niños con peso saludable y aumenta la cantidad de menores con sobrepeso y obesidad.

Específicamente, en el año escolar 2018-2019 el porcentaje de niños y niñas con un peso saludable en kínder fue de 63%, número que bajó a 47% en quinto grado.

La investigación contó con un grupo de especialistas de distintas disciplinas, como pediatras y nutricionistas, que midieron y pesaron por tres años —del 2016 al 2019– a 20,000 estudiantes de las 135 escuelas públicas que han participado del programa Nestlé Niños Saludables.

¿Por qué nuestros niños no están en un peso saludable?

La doctora Charmaine Alfonso, investigadora principal del estudio, explicó que en preescolar los niños realizan más actividades físicas que en la escuela elemental, donde pueden estar más de ocho horas sentados. “A su vez, según van creciendo, hay mayor accesibilidad a los juegos electrónicos y tecnología”, sumó Alfonso.

A juicio de la nutricionista, el hecho de que los niños más pequeños estén más saludables también está relacionado con el metabolismo. Mientras más chicos, su crecimiento y metabolismo son más rápidos. Por ende, aunque consumen muchas calorías, mantienen un peso saludable.

El informe muestra que la baja en el porciento de niños saludables comienza en segundo grado, con un 58%, así como el aumento en los niños con obesidad, 24%, de un 21% en kínder.

Como parte del análisis, los datos se dividieron por áreas geográficas. De este modo, se encontró que en el área norte de la isla hay muchos niños con sobrepeso y obesidad.

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“Una posible teoría es el acceso a comida rápida. Aunque en todo Puerto Rico hay restaurantes de fast food, en el norte es más común visitar estos lugares, donde según las estrategias de mercadeo, la comida es más económica, pero la realidad es que resulta más costosa en términos de salud”, sostuvo la nutricionista y dietista Natalia Delgado, quien también colaboró con el estudio.

Asimismo, otro factor puede ser el tema de la seguridad y el temor de los padres a que sus niños salgan y realicen actividades físicas. “En estas áreas, los niños juegan más con tecnología”, sostuvo Delgado.

De acuerdo con Delgado, el tema de la inseguridad alimentaria es otra de las posibles razones por las que los niños no consumen alimentos saludables.

“La mayoría de los alimentos que tenemos en los supermercados son importados, no son cultivados en la isla. Además, el costo de estos productos que vienen de afuera es más elevado y menos accesibles para las personas de bajos ingresos, que es casi la mayoría de la población. Por eso es de suma importancia darle énfasis a la educación nutricional, de tal forma que las personas puedan realizar la compra de alimentos de manera más informada con el fin de ahorrar pero sin sacrificar la salud", agregó la licenciada.

Evidencia de esto es que, datos del Censo del 2010 demuestran que, en hogares con menores de 18 años, el 58.3% vive bajo la pobreza.

Otro factor es el ejemplo de los padres que incide en los niños. Esto también explica los resultados de la evaluación y el desconocimiento hacia ciertos productos.

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“Si en el hogar no se consumen alimentos como frutas y vegetales, los niños no los van a conocer. Esto es un punto de partida para que el niño diga: ‘no me gusta o no lo como’”, explicó Sasha Látimer, líder del proyecto Nestlé Niños Saludables en Puerto Rico y gerente de comunicaciones de la empresa a nivel local.

Implicaciones de la mala nutrición

La nutricionista Delgado manifestó preocupación ante los resultados del estudio: el hecho de que los niños estén en bajo peso, sobrepeso u obesos es perjudicial para su salud.

“Tenemos una generación con condiciones que antes solo presentaba la población adulta. De seguir así, vamos a tener una población con mayor cantidad de enfermedades”, sostuvo.

En el caso de los niños con bajo peso, pueden enfrentar deficiencia de múltiples vitaminas que son necesarias para el buen crecimiento, lo que implica que tendrán menor estatura y mayor riesgo de desarrollar enfermedades a largo plazo.

Los niños con sobrepeso u obesidad pueden desarrollar hipertensión y problemas de azúcar, ya sea que presenten niveles elevados –hiperglucemia– o bajos –hipoglucemia–. Otras complicaciones de la obesidad son baja autoestima, apnea del sueño y aumento de lesiones articulares.

La experta en diabetes indicó que también están viendo casos de acantosis, niños con el cuello oscuro. Esto representa un riesgo de padecer diabetes.

Además del costo en tratamiento, los niños con diabetes tienen visión borrosa, fatiga, entumecimiento en las manos o los pies, infecciones recurrentes en la piel y una dieta sin muchos de los alimentos y bebidas que tanto anhelan. A veces, estos menores no quieren inyectarse la insulina, piensan que no son normales y hasta se deprimen.

Hay niños que no saben lo que es una piña. Dicen que no le gustan los vegetales, pero la realidad es que nunca los han probado. Otros prefieren tomar refresco y no agua porque no conocen los beneficios para su salud. Este desconocimiento y falta de exposición a alimentos nutritivos son algunas de las razones por las que los niños boricuas no están en un peso saludable.

Lo anterior explica las conclusiones a las que llegó el estudio Evaluación Nutricional Niñas y Niños de Escuela Elemental, que se realizó como parte del programa educativo nutricional Nestlé Niños Saludables.

El estudio reveló que, a medida que crecen, disminuye el porcentaje de niños con peso saludable y aumenta la cantidad de menores con sobrepeso y obesidad.

Específicamente, en el año escolar 2018-2019 el porcentaje de niños y niñas con un peso saludable en kínder fue de 63%, número que bajó a 47% en quinto grado.

La investigación contó con un grupo de especialistas de distintas disciplinas, como pediatras y nutricionistas, que midieron y pesaron por tres años —del 2016 al 2019– a 20,000 estudiantes de las 135 escuelas públicas que han participado del programa Nestlé Niños Saludables.

¿Por qué nuestros niños no están en un peso saludable?

La doctora Charmaine Alfonso, investigadora principal del estudio, explicó que en preescolar los niños realizan más actividades físicas que en la escuela elemental, donde pueden estar más de ocho horas sentados. “A su vez, según van creciendo, hay mayor accesibilidad a los juegos electrónicos y tecnología”, sumó Alfonso.

A juicio de la nutricionista, el hecho de que los niños más pequeños estén más saludables también está relacionado con el metabolismo. Mientras más chicos, su crecimiento y metabolismo son más rápidos. Por ende, aunque consumen muchas calorías, mantienen un peso saludable.

El informe muestra que la baja en el porciento de niños saludables comienza en segundo grado, con un 58%, así como el aumento en los niños con obesidad, 24%, de un 21% en kínder.

Como parte del análisis, los datos se dividieron por áreas geográficas. De este modo, se encontró que en el área norte de la isla hay muchos niños con sobrepeso y obesidad.

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“Una posible teoría es el acceso a comida rápida. Aunque en todo Puerto Rico hay restaurantes de fast food, en el norte es más común visitar estos lugares, donde según las estrategias de mercadeo, la comida es más económica, pero la realidad es que resulta más costosa en términos de salud”, sostuvo la nutricionista y dietista Natalia Delgado, quien también colaboró con el estudio.

Asimismo, otro factor puede ser el tema de la seguridad y el temor de los padres a que sus niños salgan y realicen actividades físicas. “En estas áreas, los niños juegan más con tecnología”, sostuvo Delgado.

De acuerdo con Delgado, el tema de la inseguridad alimentaria es otra de las posibles razones por las que los niños no consumen alimentos saludables.

“La mayoría de los alimentos que tenemos en los supermercados son importados, no son cultivados en la isla. Además, el costo de estos productos que vienen de afuera es más elevado y menos accesibles para las personas de bajos ingresos, que es casi la mayoría de la población. Por eso es de suma importancia darle énfasis a la educación nutricional, de tal forma que las personas puedan realizar la compra de alimentos de manera más informada con el fin de ahorrar pero sin sacrificar la salud", agregó la licenciada.

Evidencia de esto es que, datos del Censo del 2010 demuestran que, en hogares con menores de 18 años, el 58.3% vive bajo la pobreza.

Otro factor es el ejemplo de los padres que incide en los niños. Esto también explica los resultados de la evaluación y el desconocimiento hacia ciertos productos.

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“Si en el hogar no se consumen alimentos como frutas y vegetales, los niños no los van a conocer. Esto es un punto de partida para que el niño diga: ‘no me gusta o no lo como’”, explicó Sasha Látimer, líder del proyecto Nestlé Niños Saludables en Puerto Rico y gerente de comunicaciones de la empresa a nivel local.

Implicaciones de la mala nutrición

La nutricionista Delgado manifestó preocupación ante los resultados del estudio: el hecho de que los niños estén en bajo peso, sobrepeso u obesos es perjudicial para su salud.

“Tenemos una generación con condiciones que antes solo presentaba la población adulta. De seguir así, vamos a tener una población con mayor cantidad de enfermedades”, sostuvo.

En el caso de los niños con bajo peso, pueden enfrentar deficiencia de múltiples vitaminas que son necesarias para el buen crecimiento, lo que implica que tendrán menor estatura y mayor riesgo de desarrollar enfermedades a largo plazo.

Los niños con sobrepeso u obesidad pueden desarrollar hipertensión y problemas de azúcar, ya sea que presenten niveles elevados –hiperglucemia– o bajos –hipoglucemia–. Otras complicaciones de la obesidad son baja autoestima, apnea del sueño y aumento de lesiones articulares.

La experta en diabetes indicó que también están viendo casos de acantosis, niños con el cuello oscuro. Esto representa un riesgo de padecer diabetes.

Además del costo en tratamiento, los niños con diabetes tienen visión borrosa, fatiga, entumecimiento en las manos o los pies, infecciones recurrentes en la piel y una dieta sin muchos de los alimentos y bebidas que tanto anhelan. A veces, estos menores no quieren inyectarse la insulina, piensan que no son normales y hasta se deprimen.