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Por: Pedro Gelabert
Transitar de San Juan a Ponce por la Autopista Luis A. Ferré es, inevitablemente, transportarse a la trayectoria del doctor Antonio ‘Chago’ Santiago Vázquez. Sin duda, la construcción de dicha carretera, en tiempo récord de cuatro años, fue uno de sus más grandes logros.
Chago fue un destacado servidor público, ambientalista, ingeniero y maestro de tantos. Su mente visionaria y amor por la naturaleza fueron la combinación perfecta que dio vida a una infinidad de proyectos de beneficio para Puerto Rico. Su sólida preparación académica, que lo llevó desde la Escuela de Ingeniería del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) hasta obtener un doctorado en ingeniería ambiental de la Universidad de Northwestern, fortaleció el amor por los recursos naturales que desde niño mostró en su pueblo natal, Lares.
A Chago lo conocí cuando era director del Instituto de Recursos de Agua en el Colegio de Mayagüez, pero nuestra verdadera amistad comenzó cuando fue director del Departamento de Ingeniería Civil y estábamos tratando de crear un Departamento de Geología en el RUM. Chago fue instrumental en la creación de ese nuevo departamento.
Durante su participación en el Consejo Asesor sobre Programas Gubernamentales del entonces gobernador Luis A. Ferré, Chago gestionó el Comité para el Control de la Contaminación y el Comité de Recursos Naturales, que impulsó la creación de la Junta de Calidad Ambiental (JCA) y el Departamento de Recursos Naturales (DRNA). Luego elaboró la Ley de Política Pública Ambiental de Puerto Rico, que se basó en la Ley Nacional de Política Ambiental de Estados Unidos que fue la segunda ley de política pública ambiental del mundo. Esto, a su vez, le abrió el camino a la ley que creó a la JCA, que fue firmada por Ferré en 1970. Acto seguido, el entonces mandatario nombró a Chago como presidente de la primera agencia ambiental operacional del mundo, seis meses antes de la fundación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
En aquel momento, Santiago Vázquez laboró simultáneamente como secretario de Obras Públicas, presidente de la JCA, presidente de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), presidente de la Autoridad de Carreteras y presidente de la Comisión de Minería. Chago fue un súper secretario de verdad, antes de que otros acuñaran dicho término.
La Ley de Política Pública Ambiental que elaboró fue pieza fundamental para determinar el manejo y la conservación de los recursos naturales de nuestra isla, la protección ambiental, el control de la contaminación y la fiscalización ambiental, incluyendo la erosión de suelos y playas, la minería y la extracción de arena, grava, piedra y material de relleno.
Su visión y compromiso con Puerto Rico lo llevó a gestionar el dragado del Caño Martín Peña para restaurar el ecosistema y desarrollar su potencial residencial, porteador, deportivo y turístico. Bajo su liderato, se eliminaron las descargas a la Bahía de San Juan con la Planta de Tratamiento Sanitaria de Puerto Nuevo. De esta forma, se restauró la calidad del agua en las playas del Condado, Ocean Park, Isla Verde y Laguna del Condado.
Chago describió el abastecimiento de agua como un recurso natural irregularmente distribuido, lo que lo llevó a desarrollar lo que conocemos como el Superacueducto. Con este proyecto, se logró transferir agua desde donde llueve a áreas donde había escasez de precipitación. De esta forma, se proveyó agua a los que antes no la tenían de forma constante.
La visión de Chago para desarrollar la infraestructura de Puerto Rico fue extraordinaria. Quizás no hayamos tenido un secretario gubernamental con un enfoque tan diversificado y una mentalidad tan clara para concebir obras estupendas de infraestructura.
Santiago Vázquez fue el cerebro conceptual del sistema de autopistas para circunvalar la isla con la PR-22, la PR-10 para atravesar el centro de la isla de norte a sur, el tren urbano para aliviar el tránsito del área metropolitana, el Superacueducto del Norte para abastecer el déficit del suministro de agua en el área metropolitana y muchos otros proyectos que hoy benefician a nuestro Puerto Rico.
Resulta complicado encontrar personas con la visión, capacidad y amor por la naturaleza como la tenía Santiago Vázquez. A Puerto Rico le hace falta más servidores públicos como Chago, que sean capaces de unir en su visión el desarrollo económico, social y ambiental de Puerto Rico.
Chago, Puerto Rico está en deuda contigo.
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