En Puerto Rico, naturalmente, no hay escasez de restaurantes de comida criolla. Algunos, sin embargo, sobresalen entre sus pares por su creatividad, calidad, variedad y buen servicio.

El restaurante Pitipuá, en Cupey Plaza en San Juan, es uno de ellos. Gracias al compromiso de su dueño, Ángel Marrero, y su equipo de trabajo, el establecimiento abierto hace seis años, donde los clientes disfrutan un descuento de 20% cada miércoles al pagar con su tarjeta Visa (más restaurantes en visa.com/sal), es uno de los favoritos de los comensales en la región.

De hecho, ese aprecio por este comedor se puede adjudicar a su atención al cliente y su variada propuesta.

“Tenemos clientes que son básicamente parte de la familia, que repiten dos y tres veces en semana y lo que te dicen: ‘Yo puedo venir aquí varias veces, porque no como lo mismo, puedo probar diferentes cosas y no necesariamente tengo que comer arroz y habichuelas’”, cuenta Marrero.

Más allá que el tradicional arroz y habichuelas

Y es que no hay que comer arroz y habichuelas, aunque el que quiera, puede. Marrero destaca que, aparte de las opciones típicos de la cocina criolla, Pitipuá sirve otros platos más “complicados”.

“Nosotros te podemos preparar unos chicharrones de pollo y también te podemos preparar un osobuco de ternera bien hecho, como Dios manda. Todo se prepara aquí”, sostiene.

Otras de las especialidades de la casa, comparte el propietario, son la tradicional ropa vieja, así como los denominados callos boricuas.

Esta novel confección es la versión de Pitipuá los callos madrileños; solo que los madrileños se hacen con el estómago de la vaca y la versión boricua se elabora con cuerito, que es el estómago del cerdo.

“Es una porción de cuajitos criollos, bien sabrosa, con una porción de potaje de garbanzos. La combinación de los dos es una cosa explosiva, que cuando lo pruebas, dices: ‘¡Diache!’”, asegura Marrero, quien, como jefe de la cocina, echa mano de las recetas de su tío –con más de cuatro décadas de experiencia en la industria culinaria– para confeccionar el menú de Pitipuá.

La frescura de los ingredientes es otro atributo del local. Marrero dice que cuentan con acuerdos de suplido de especias, vegetales y jugos con varias fincas de la isla, mientras que la carne de cerdo llega directamente desde Corozal.