Sargento Axel Valencia comparte su fe a través de la música
El también trompetista lanzó nuevo sencillo, “El Madero”, una letra que estuvo perdida por 10 años.

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La creía perdida por más de una década, hasta que recuperó su letra y la pista. De ahí que la canción “El Madero” se convirtió en un sencillo que el sargento Axel Valencia considera que es fiel testimonio de lo que experimentó Jesús durante su crucifixión, pero desde otro punto de vista.
Valencia, destacado trompetista, fundador del Ministerio Al Sonar de la Trompeta Inc. y quien ha laborado en el Negociado de la Policía de Puerto Rico por casi 29 años, rememoró que “El Madero” es la personificación de esa madera con la que se confeccionó la cruz del calvario a la que Jesús estuvo asido hasta que su vida expiró.
El tema se lo escribió el cantautor Elvin Pérez, de Moca, hace unos diez años, pero se le extravió la letra y la pista. Finalmente, restableció el contacto con él, quien le envió la canción en guitarra para que la escuchara. Entonces, llamó a un agente de la Policía Samuel Morales, pianista del cantante Wisin, quien le hizo el arreglo y lo produjo en su estudio en Isabela.
“La canción es un recordatorio a la conciencia de la humanidad de un evento que ocurrió hace más de dos mil años, como está estipulado en la historia y a través de la biblia, de que Jesús fue a la cruz del calvario a morir por nosotros por el perdón de nuestros pecados y a llevar nuestras enfermedades a ese lugar”, detalló el también el director de la oficina de prensa del Negociado de la Policía.
En la letra, la madera de la cruz cobra vida en un personaje, que cuenta que pensó en su futuro como albergue de nidos de aves, en la confección de un hogar o un puente, una silla y hasta una artesanía. No obstante, con sorpresa narra cómo se transformó en uno con El Salvador.
“Me parece que el tema toca el corazón de nuestra gente y en un tiempo de tantos retos que estamos viviendo, pues me parece que el tema sale para tocar la conciencia de nuestra gente y para que miremos a la cruz, al sacrificio que por amor murió por cada uno de nosotros. Yo entiendo que nosotros tenemos una gran responsabilidad como hijos de Dios, de honrarlo, de servirle, de buscarle y de vivir en agradecimiento del sacrificio de la cruz”, aseveró con aplomo.
Una fecha que cambió su vida
Valencia contó que empezó de pequeño su relación con la música como percusionista junto con su abuelo, ya que procede de una familia de músicos. Desde los 12 años estudiaba música pero, el 28 de agosto del año 1995 fue una fecha importante que lo marcó para el resto de su vida. Mientras ascendía en su carrera musical, al tocar con varias orquestas de renombre, dio un paso de fe que lo transformó. Gracias a su progenitora, un día acudió a un servicio religioso, ante el deseo de ella de que se convirtiera en un ministro de adoración, que es aquel, según lo definió, que a través de la música sana un corazón y ayuda a personas que están agobiadas por problemas.
“Ese día tuve una experiencia bien fuerte, comencé a llorar, cerré mis ojos y cuando abrí los ojos yo estaba al frente al predicador que estaba dando el sermón, diciéndole que yo quería a Jesús en mi corazón. Ese día, sentí que algo sobrenatural me abrazó, sentí que las cargas que tenía se fueron de mí y sentí que el dolor, la tristeza que había en mi corazón recibió en ese momento alivio y sanidad y desde ese momento he dedicado mi talento, he dedicado mi vida a servirle a Dios y las experiencias han sido únicas”, narró conmovido.
Dios acompaña su música
Valencia está convencido de que el mensaje de su nueva canción puede despertar el corazón de todo aquel que lo escuche para levantar su fe. Su trompeta en esta producción no podía faltar y el arreglo musical incluye un solo en su intermedio.

“Hay un Dios que acompaña esta música, hay un Dios que nosotros le pedimos y le oramos que sane y que la utilice como una medicina para el alma y para el corazón, para aquellos que están abatidos sin fe y sin esperanza y a través de un tema musical podamos llevar a ellos y que entiendan que mientras exista un Dios en nuestras vidas hay esperanzas sobre el diagnóstico médico, sobre la tristeza, porque va por encima de cualquier proceso que cualquier ser humano pueda tener”, reflexionó.
La trompeta ya es parte de él y a los lugares a los que es invitado para participar de actividades como ministerio, siempre le piden traer su instrumento.
“He tenido la experiencia de que a través de un tema musical la gente ha comenzado a llorar, llegan al altar, sin haberles predicado un mensaje y lo que escucho es: ‘yo necesito a Jesús en mi corazón’, ‘oren por mí‘, y se ha orado por esa persona y ha dado el paso de fe. Voy más allá: la música cantada escuchas la letra y ministra los corazones, pero en el caso de que la música es instrumental es donde vemos el verdadero milagro de Dios moverse en un tema, porque la gente está escuchando simplemente un instrumento musical y he tenido la experiencia de que a través de un tema musical instrumental la gente entra en llanto, sienten paz”, narró.

Valencia tiene tres producciones musicales tituladas Espíritu de Dios, Al Sonar de la Trompeta y Todavía me queda una Alabanza. Además, ha grabado cuatro sencillos, dos de Navidad, una salsa con reguetón y El Madero, que estrenó el viernes pasado.