Limi-T 21: De una marquesina al éxito internacional
Repasan los retos que los llevaron a triunfar en el merengue en el marco del estreno del video musical de “Mix3”.
PUBLICIDAD
Todo comenzó en una marquesina. Allí fue donde primero fueron forjando sus aspiraciones musicales ante un público imaginario.
Los tres miembros de la legendaria agrupación puertorriqueña Limi-T 21 tenían claro desde su infancia cuánto les encantaba cantar, por eso formaron parte de bandas juveniles con la intención de dar forma a su anhelo.
“Fue bien cuesta arriba”, reflexionó Elvin Torres, quien integra el grupo junto con Ángel Ramiro Matos y Javier Bermúdez. El orgullo se refleja en los tres cuando repasan la vigencia de 35 años de la orquesta, producto de su persistencia y compromiso. Los retos no lograron restarle ánimo al empeño de lograr un sitial en el género tropical, principalmente en el merengue. Esa determinación es la que los ha llevado a contar con decenas de éxitos que resuenan en diversas generaciones, como “Estás enamorada”, “Yo te seguiré queriendo”, “Perdóname” y otras más que recogen en su álbum “MixTape21”, que lanzaron en febrero.
Javier Bermúdez rememoró la amistad que inició en una escuela en Santa Isabel con el hijo del músico Elvin Torres, fundador de la orquesta de salsa Costa Brava. “Mi señor padre y el papá de Elvin eran amigos también de infancia”, dijo con nostalgia. “Yo conocí a Elvin en la escuela, en grado séptimo, octavo grado”, prosiguió sobre el junte que, eventualmente, los llevaría por un mismo rumbo profesional. “Amamos la música desde niños, y lo que comenzó como un juego en una marquesina, en la marquesina en la casa de Elvin, porque lo que queríamos era simplemente jugar a ser músicos, bailar en el programa que estaba en ese entonces, ‘El show de las 12’, el show del mediodía, y nosotros queríamos imitar a esos cantantes de esa época, que eran muchísimos. Yo creo que ahí comenzó lo que se conoce como el amor y la pasión que le tenemos a la música”.
Dentro de sus esfuerzos, participaron de la banda juvenil “Los Nenes Grandes de Puerto Rico”. A la par, Ramiro Matos forjaba sus aspiraciones artísticas en su natal Coamo, distante de conocer a quienes años después se convertirían en sus colegas. Integró la agrupación “Los Amigos”. “Éramos seis gatitos”, recordó Ramiro, quien además se mostraba interesado en desarrollarse como actor, faceta en la que también ha trabajado dentro de su trayectoria artística.
“Nosotros habíamos alternado en un par de actividades y tal vez ahí fue que me vieron, y gracias a Dios, pusieron el ojo en mí, en este humilde servidor”, expuso sobre la conexión que inició comenzado los grados universitarios. La jovialidad y el humor que prevalece entre los tres lidera la conversación, y lleva a la confesión entre risas de Elvin de que “llegamos a rogarle, ‘por favor’” para que aceptara formar parte de la agrupación. Javier abunda sobre la intención de querer a un tercer cantante.
“Cuando ya estamos en la universidad fue que nace la oportunidad de crear a Limi-T 21, pero necesitábamos una primera voz, una voz que hiciera las voces altas y que tuviera esa presencia”, explicó Javier. “Nos hablaron de un joven del pueblo de Coamo que tenía ese talento, que tenía esa voz que estábamos buscando y que era de nuestra edad. Y una tarde fuimos a buscarlo con Papá Elvin”, narró con entusiasmo.
“Ellos llegaron a mi casa”, recordó Ramiro en detalle. “Yo estaba allí lavando carros, los carros de casa, y salí. Hablaron conmigo, me dejaron un ‘cassette’ con la música de ellos. En ese tiempo yo estaba escuchando mucho, mucho, Juan Luis Guerra. Me gustaba mucho Wilfrido (Vargas) y me gustaba con Sandy Reyes cantando. Tenía una voz espectacular”. Los temas que escuchó en la cinta que le suministraron lo convencieron de aceptar la propuesta. “Yo dije ‘este merengue como que es distinto’. Se me pareció un poco a Juan Luis en términos de lo fino que se escuchaba, canciones bien hechas, canciones con letras con sentido, y me gustó”. El intérprete iniciaba su bachillerato en comunicaciones. “Yo digo ‘aquí está la oportunidad de irme a las grandes ligas, con un contrato disquero, con ya salir en televisión y tener una exposición a nivel nacional, internacional, y gracias a Dios, pues funcionó”.
Javier reflexionó sobre la relación que supera una dinámica laboral. “Le damos gracias a Dios que la vida nos puso ese joven en el camino porque no diría que Elvin y Javier se conocieron en la escuela. Nos conocimos los tres desde antes de nacer. Ya esto estaba escrito en la página del libro de nuestra vida, antes de nacer, que Ramiro, Elvin y Javier iban a ser Limi-T 21”.
No se rindieron
Elvin repasó cómo durante la adolescencia, al tocar puertas, la falta de apoyo era la respuesta, independientemente de contar con la guía de un padre con un amplio conocimiento en este mercado. “Eso no es garantía de nada”, confesó enfático. “Estuvimos visitando emisora por emisora por siete años, porque yo empecé a los 13 años con nuestro grupito primero, y recibiendo ‘no’. Claro, lo entendíamos, no lo tomamos personal”, expuso pensativo. “Nos decían excusas. Nos decían cosas que después nosotros entendimos, porque le damos gracias a Dios porque pasamos ese proceso. Es un proceso lindo también, de verdad, de cuando de momento tú llegas a algo que tú querías lograr desde hace mucho tiempo, la satisfacción es mucho más grande”.
El éxito comenzó a asomarse en la década de los noventa. “Yo quiero bailar” fue el primer tema que lograron sonar en la radio. En este sentido, Javier confesó que si bien el nombre de Limi-T 21ya se daba a conocer, esto no se tradujo inmediatamente en ganancias económicas. “Hay personas que se creen que porque se escuche una canción en la radio ya van a empezar a ganar mucho dinero, muchos millones, muchos contratos”, expuso como aprendizaje sobre el valor de la dedicación. “Decía ‘¿pero por qué no estamos tocando bailes?, ¿porque no estoy todavía ganando dinero?’”. El segundo corte fue “Tengo una pena”, al que le siguió “Amor eterno”.
“Como al año y medio, a los dos años fue que empezamos a ver que el teléfono empezó a sonar todos los fines de semana. Pero fue un proceso, y ese es el proceso que hace que tú te quedes de verdad porque lo amas, o digas ‘yo no sabía que esto es así, yo me voy’”, añadió el cantante, quien a su vez confesó cómo le resultó complejo manejar la popularidad del grupo, que se ha presentado con éxito en destinos de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.
“Lo más difícil me pasó con Limi-T 21 ya con el éxito, lo que para mí fue mantener los pies en la tierra, porque cuando se logra la fama, cuando se logra el dinero, cuando se logra el reconocimiento y tienes el poder, porque la fama, el dinero y el reconocimiento te dan poder, y si tú no sabes utilizar ese poder, te autodestruye”, reflexionó Javier. “Reconozco que los primeros años de Limi-T 21, ese poder lo utilicé de alguna manera, de la manera no correcta, y me explico para que no me malinterpreten. Yo recuerdo que la enseñanza más grande me la dio mi mamá”, relató haciendo referencia a quien se encargó de la crianza de cuatro hijos.
“Fue padre y madre. Y yo recuerdo que cuando no existía Limi-T, nuestra crianza fue bien humilde. Cuando llegó Limi-T, llegó el dinero. Yo recuerdo haber ido a la tienda donde estaba trabajando mi mamá por casi más de 20 años. Estuvo allí 47 años. Y yo fui a tratar de que ella dejara el trabajo, a decirle, ahora yo soy Javier de Limi-T. Ahora yo tengo fama, ahora ya tengo dinero, ahora yo te voy a mantener. Tú tienes que dejar esta porquería de trabajo”, recordó sobre lo que guarda como una gran lección. “Mi mamá siguió doblando la ropa que estaba doblando en la tienda. Levantó su cara y me dijo ‘qué fácil se te hace, hijo mío, venir ahora desde donde Dios te puso, a tratar de sacarme del lugar donde gracias a Dios Él me puso para que pudiera darles comida a ti y a tus tres hermanos. Yo te agradezco tu intención, pero no, gracias, yo sigo aquí’”, prosiguió con emoción. “Eso me enseñó entonces que el poder, la fama, el dinero o lo que tú logras en la vida, no es para utilizarlo de manera de sentirte grande, sino que se puede utilizar para hacer el bien y para ayudar a las personas”.
¿Hubo alguna diferencia que los llevó a considerar separarse?
“Somos tres hermanos que peleamos muchísimo”, respondió Javier. “El mensaje es que el amor nunca muere entre nosotros tres. Nosotros tenemos un respeto, una admiración, y sí, para que lo sepan, tenemos unas peleas, pero grandes. ¿Pero saben dónde se resuelven? En un sitio que usted nunca va a ver porque nosotros nos encerramos los tres y hasta que no se resuelve la situación, nadie sale del estudio”.
Elvin expuso que el criterio de los tres siempre se toma en cuenta en las decisiones. “Si uno no está de acuerdo, no va, y eso yo creo que ha sido gran parte de las cositas bonitas que nos han pasado en esta carrera”. La hermandad se refleja cuando recuerdan el rol de Elvin Torres, padre, quien falleció en 2016. Ramiro detalló la profunda admiración que le despertó. “Fue el papá biológico de Elvin, pero también padre para Javier y para mí”, afirmó. “Era una persona muy sabia, y yo le estaba diciendo a Elvin que lo recuerdo y lo menciono todos los días porque su enseñanza, sus refranes, él tenía muchos refranes que te daban una enseñanza, y de verdad que marcó mucho nuestras vidas”.
La división de roles también la tienen delineada. Con su bachillerato en las comunicaciones, Ramiro está a cargo del aspecto mediático. Elvin y Ramiro se concentran en los arreglos musicales en el estudio. Javier toma las riendas en lo que concierne al montaje de los shows en tarima.
“La avenida de los triunfadores”, “No hay límite”, “Motivos para amar” y “Esencia” son solo algunos de los álbumes que forman su discografía.
Ramiro se remontó a los inicios y la decisión de dedicarse al ritmo con el que han triunfado. “Nos gusta la música, nos encontramos. Tenemos un sueño de ser artistas. Los tres queríamos ser Menudo cuando éramos pequeños (ríen). Hicimos nuestro propio Menudo”, narró. “Para ese tiempo (el merengue) estaba superpegado. Por ahí nos fuimos, por una agrupación de merengue, pero juvenil”, agregó, y detalló que cada uno tiene su propio estilo. “El merengue de Javier es un merengue más bailable, más agresivo. Lo que interpreta Elvin es un poco más romántico. Yo me voy un poquito más por lo urbano y paso también un poco por lo romántico. Somos tres estilos que nos complementamos muy bien y eso hace del show supervariado”.
Orgullosos de su legado
Además de un viaje sonoro a lo largo de la trayectoria de la galardonada agrupación, Elvin reveló que el álbum “MixTape21” obedece al interés de presentar sus éxitos con una mayor definición auditiva. “Una persona de radio superconocida me comentó ‘Elvin’, tocamos una canción de un disco de ustedes y se oía como bajita”, relató. “Eso me chocó”.
No dudaron en involucrarse en el proyecto, cuyas versiones incluyen “medleys” o mezclas de éxitos como “Estás enamorada”, “Yo te seguiré queriendo”, “Yo no me quiero enamorar de ti”, “Luna viajera”, “Aguántalo ahí”, “Cuando te veo pasar” y “Cuando llega el amor”, entre otras.
Elvin expresó cuánto se deleitaron en trabajar la producción. “Nos disfrutamos bien brutal hacerlo porque cada canción nos traía una historia diferente de nuestros comienzos. Nosotros hicimos ‘mixtapes’ de las canciones más espectaculares de Limi-T 21. El éxito de nosotros desde el 90 al 2005”.
Javier abundó sobre la trascendencia de la agrupación y el significado del nuevo álbum. “Este es nuestro regalo a esas primeras generaciones que bailaron, cantaron disfrutaron y que siguen todavía con nosotros y han permitido que sus hijos y toda la generación nueva conocieran a Limi-T 21a través de estas canciones”, dijo. “El que va a un show de Limi-T va a ver niños cantando, jóvenes cantando, personas adultas cantando, y yo creo que trascender en la historia musical es algo lindo”, analizó con entusiasmo, y compartió una anécdota que se repite con frecuencia.
“Hay veces que yo me río porque me encuentro con un joven que se sabe ‘Estás enamorada’ y le pregunto, ‘¿y cómo tú te sabes esa canción?’, y me dicen, ‘ah, chacho, porque en casa mami se levanta, nos despierta a nosotros a ayudar y esa es la música que se escucha’”, prosiguió entre risas. “Esta producción nos ha dado la oportunidad de darle esa juventud a escuchar lo que, de una manera, con más calidad, sus padres escucharon”.
Alejandra Natalia Torres Santiago, hija Elvin, se encargó de dirigir los videos del álbum. El clip de “Mix 3”, un “medley” de sus éxitos “Pequeña historia de amor”, “Soy” y “Como tú me quiere’ a mí”, estrena hoy, luego de que en febrero publicaran los primeros dos “tracks” en YouTube. “Terminó sus estudios en cinematografía en Los Ángeles y vino expresamente a dirigirlo y a tirarlo, acá a Puerto Rico. Fue una experiencia espectacular para mí y para los muchachos”, afirmó el orgulloso padre, quien agregó que su hija Carolina Mía ha formado parte de los coros, y que Natalia Bermúdez, hija que Javier, se ha hecho cargo de trabajar coreografías.