Se puede considerar una emergencia veterinaria cuando de imprevisto observamos que nuestra mascota se siente mal, le cuesta trabajo hacer sus actividades normales, tuvo algún accidente u observamos cualquier otra complicación de salud.

Las afecciones más comunes en una mascota pueden ser: la ingesta de alguna comida que le caiga mal o envenenamiento; atragantamiento de algún objeto; trauma debido a golpes o mordeduras, ya sea por estar en contacto con otro animal o picaduras de alguna otra especie, golpes de calor o convulsiones.

Algunas afecciones van a requerir la atención médica veterinaria si observamos que la mascota sufre gravemente, tiene dolor, es incapaz de realizar funciones básicas como caminar, respirar normalmente o defecar, deja de responder o está severamente agitada, entre otras.

Una de las primeras recomendaciones para prepararse ante una situación de emergencia que presente la mascota es conocer los signos vitales de su mascota, como su frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria y temperatura corporal.

Los rangos normales de los signos vitales varían según la especie, la raza y la edad de su mascota. Por ejemplo, la frecuencia cardiaca normal de un perro puede oscilar entre 60 y 180 latidos por minuto, mientras que la frecuencia cardiaca de un gato puede oscilar entre 120 y 240 latidos por minuto.

La frecuencia respiratoria de un perro puede oscilar entre 10 y 30 respiraciones por minuto, mientras que la de un gato puede oscilar entre 20 y 30 respiraciones por minuto. La temperatura corporal normal para perros y gatos es entre 100.5 y 102.5 grados Fahrenheit.

Ante cualquier tipo de emergencia debemos conocer qué podemos hacer para ayudar a la mascota. El Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico te ofrece las siguientes recomendaciones en caso de presentarse una situación de emergencia veterinaria con la mascota:

  • Tenga a la mano el número telefónico de emergencias de su médico o alguna clínica veterinaria que ofrezca servicios 24 horas.
  • Para tomar los signos vitales de la mascota debe tener un cronómetro o reloj con segundero y un termómetro digital diseñado para mascotas.
  • Prepare un botiquín de primeros auxilios que incluya vendajes, gasas, cinta adhesiva, toallitas antisépticas, pinzas, tijeras, manta, solución lavaojos y una botella de agua oxigenada.
  • En caso de atragantamiento, intente quitar el objeto con alguna pinza o con los dedos. Si esto no funciona, y se siente capacitado, puede aplicar la maniobra de Heimlich, que consiste en colocar las manos en la última costilla del animal, y darle un empujón hacia arriba.
  • Ante una situación de envenenamiento, debe llamar de inmediato al médico veterinario. No se debe provocar el vómito a menos que el médico veterinario así lo indique.
  • Si presenta alguna herida, limpie el área con una solución antiséptica, y cubra la herida con una gasa estéril y esparadrapo. Si no deja de sangrar, apretar el área con un paño húmedo y consulte a un médico veterinario.
  • Si observa que la mascota jadea, babea, vomita o colapsa a causa del calor, busque un área fresca con sombra y pase un paño húmedo por el pelaje del animal. El uso de un ventilador puede ayudar a bajar su temperatura corporal.
  • Si su mascota está teniendo una convulsión, despeje el área a su alrededor y asegúrese de que no se lastime. No intente sujetar a su mascota ni poner nada en su boca. Calcula la duración de la convulsión y busca atención veterinaria.

Recuerde consultar con tu médico veterinario sobre cualquier duda. Para más información, puede llamar al Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico al 787-520-0237 o acceder www.facebook.com/CMVPR o nuestra página de Instagram cmveterinarios_puertorico.