Dice una de las las figuras centrales de la esgrima boricua, don Gilberto Peña, que cuando él llegó al deporte ya José Miguel Pérez estaba con espada y sable en manos.

Pérez murió trágicamente el jueves de madrugada cuando fue arrollado en Camuy por otro vehículo mientras él trabajaba con el suyo a la orilla de la carretera PR-2. Tenía 85 años.

Fue un deportista de múltiples disciplinas, maestro de educación física en su natal Quebradillas. Pero fue atleta olímpico gracias a la esgrima. Participó en los Juegos Centroamericamos y del Caribe San Juan 1966 y en los Juegos Olímpicos México 1968, detalló el historiador Carlos Uriarte.

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Peña lo recuerda como esgrimista desde temprano en la década del 1960, cuando entró en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras y se encontró allí con el quebradillano ya practicando la esgrima.

“En el 1963, cuando entré en la esgrima, en el Centro de Estudiantes, con Jean Lefieux, ya José Miguel estaba allí con Lefieux, que era un maestro francés de la esgrima. Era un maestro titulado”, recordó Peña.

Pérez fue olímpico con el arma de espada, pero Peña recuerda que su arma favorita era el sable.

Tuvo su club de armas en Quebradillas, en donde le dio forma a atletas que representaron a Puerto Rico en juegos del ciclo olímpico y que llegaron a ser medallistas también, recordó Peña, quien además de atleta fue entrenador y presidente de la Federación de Esgrima de Puerto Rico.

Además de esgrimista, Pérez practicó el tiro, la natación, campo traviesa, ajedrez, y la marcha, entre otras disciplinas.

“Era un habilidoso. Practicaba el pentatlón moderno, que muy pocos lo hacen en Puerto Rico”, describió Peña haciendo referencia a la competencia que junta en una prueba eventos de esgrima, natación, equitación, tiro y carrera.

Uriarte recuerda además la pasión de Pérez por los Piratas de Quebradillas en el BSN. Detalló que Pérez guardaba un balón del campeonato del 1970 de los Piratas luego de ganar la final ante los Vaqueros de Bayamón en la Ciudad del Chicharron.

Y agregó que Pérez regresó caminando a Quebradillas desde Bayamón como promesa cumplida por el campeonato.