La mayoría de personas se sorprenden al escuchar el sonido de su voz en grabaciones y se cuestionan si de verdad es así cómo los demás lo escuchan. Incluso, un estudio de la Universidad de Harvard encontró que al 58 por ciento de los encuestados no les gustaba cómo sonaban sus audios.

Existe una explicación científica detrás de este fenómeno y las razones por las cuales cambia la percepción personal sobre la voz.

De acuerdo con la Universidad de Tokio, los oídos reciben el sonido a través de dos rutas de transmisión diferentes: vibraciones en el aire que llegan al tímpano y vibraciones en los huesos.

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“Por lo general, escucha su propia voz a través de una mezcla de sonidos recibidos a través de ambas rutas. Cuando escucha una grabación de su voz, suena diferente, porque viene solo en forma de sonido transmitido por el aire. Esta versión de su voz transmitida por el aire es la misma que otras personas escuchan cuando habla”, explicó la investigadora de la institución académica Miki Yonemura.

Por este motivo, el sonido es diferente. El disgusto se debe a que ya está acostumbrado a la manera cómo se escucha en su cabeza.

Tricia Ashby-Scabis, la directora de prácticas de audiología de la Asociación Estadounidense del Habla, el Lenguaje y la Audición, indicó que, como resultado, puede escuchar un sonido más profundo y agradable.

Mientras que, en la grabación, se pierde la calidad de sonido interno, ya que el audio solo se produce a través de la conducción aérea. En este proceso, la estimulación sonora ocurre en la parte externa del oído: es decir, el pabellón auricular, el conducto auditivo externo, la membrana timpánica y los huesecillos. De acuerdo con la Universidad de Navarra, “es la vía habitual de transmisión del oído”.

“Internamente, su voz tendrá un tono más bajo. Pero en una grabación, en la que solo el aire transporta el sonido, su voz puede asumir una frecuencia más alta, una frecuencia precisa, en lo que respecta a los demás”, aseguró un artículo de The Washington Post.

El médico cirujano Matthew R. Naunheim afirmó que la grabación es la versión más precisa de cómo suena al hablar y es más similar a lo que las demás personas escuchan cuando se comunica con ellas.

Enfrentarse a este cambio de percepción puede alterar sus expectativas internas y, posteriormente, su confianza en sí mismo. El concepto se llama confrontación de voz y fue estudiado por primera vez por los psicólogos Philip Holzman y Clyde Rousey en la década de 1960.

Los expertos encontraron que las personas tendían a enfocarse en los aspectos negativos de la grabación. De esta forma, lo importante es trabajar en la confianza y autoestima.

También, en la entrevista para The Washington Post, la psicóloga Chloe Carmichael sugiere grabarse mientras lee las noticias por las mañanas y escuchar el audio para acostumbrarse a cómo suena.

Por otro lado, los expertos recomiendan cuidar de la voz para no desgastar las cuerdas vocales. Se recomienda tener hábitos saludables, no fumar, hidratarse, dormir lo suficiente, evitar susurrar y toser innecesariamente.