Kiev, Ucrania. La controvertida ley de reclutamiento de Ucrania entró en vigor el sábado mientras Kiev trata de ampliar sus filas para hacer frente a una nueva ofensiva de Rusia que algunos temen que pueda acercarse la segunda ciudad más grande del país.

La legislación, que es una versión suavizada de su borrador original, facilitará la identificación de todos los reclutas del país. Además, ofrece incentivos a los soldados, como primas en efectivo o dinero para comprar una casa o un auto, algo que según algunas analistas el gobierno no puede permitirse.

Los legisladores demoraron la aprobación del texto durante meses, hasta mediados de abril, una semana después de la reducción de la edad de reclutamiento de 27 a 25 años. Estas medidas reflejan la creciente presión que los más de dos años de guerra contra Rusia han ejercido sobre las fuerzas ucranianas, que tratan de mantener las líneas del frente en combates que han mermado sus filas y sus depósitos de armas y munición.

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El presidente del país, Volodymyr Zelenskyy, firmó otras dos leyes el viernes para permitir que los reclusos se alisten en el ejército y quintuplicar las multas a quienes se salten el servicio militar obligatorio. Rusia alistó a sus reos al inicio de la invasión, y la escasez de efectivos ha obligado a Ucrania a adoptar nuevas medidas.

Mientras, las tropas rusas seguían adelante con una ofensiva terrestre que abrió un nuevo frente en la región nororiental de Járkiv y aumentó la presión sobre el desbordado ejército de Kiev. Tras semanas de tanteo, Moscú lanzó la nueva campaña sabiendo que su rival tenía problemas de personal y que en el norte sus fuerzas estaban dispersas.

En su visita a China el viernes, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, señaló que el objetivo del Kremlin en esta ofensiva es crear “una zona de seguridad”, no capturar Járkiv, la capital de la región y la segunda ciudad más grande del país.

Pero las fuerzas de Moscú han bombardeado Járkiv en las últimas semanas, alcanzando infraestructura civil y de energía que llevaron a Zelenskyy a acusar al liderazgo ruso de querer reducir la ciudad a escombros. El alcalde, Ihor Terekhov, reportó el viernes que bombas guiadas rusas mataron a al menos tres residentes e hirieron a otros 28 durante el día.

Moscú niega haber atacado a civiles de forma deliberada, pero miles de personas han muerto o sufrieron lesiones en los más de 27 meses que dura ya la guerra.

Estados Unidos anunció la semana pasada un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania de 400 millones de dólares, y su presidente, Joe Biden, se ha comprometido a enviar rápidamente el armamento necesario para frenar los avances rusos. Sin embargo, por el momento en el frente se han recibido solo pequeños lotes, de acuerdo con los comandantes militares ucranianos, que dijeron que pasarán al menos dos meses hasta que se cubran sus necesidades.

Miles de ucranianos han huido del país para evitar el reclutamiento desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, muchos de ellos poniendo en peligro sus vidas al cruzar a nado el río que separa Ucrania de las vecinas Rumanía y Hungría.

El viernes en la noche, la agencia fronteriza ucraniana dijo que al menos 30 personas han periodo la vida tratando de cruzar el río Tisza desde entonces.